Cuesta creer que más de dos décadas hayan pasado ya desde el mayor at**que terrorista perpetrado en suelo de Estados Unidos. Sin embargo, hoy se cumplen 23 años de los sucesos de 9/11, un día en el que el mundo cambió. Una jornada que demostró que ni siquiera una de las principales potencias del mundo es inmune a la violencia y el extremismo.
Los sucesos de 9/11 engrosan una de las página más lúgubres de la historia moderna. No es que por haber ocurrido en Estados Unidos la tragedia supere a otras en el resto del orbe. Pero sí hay que tener claridad en la diferencia de los contextos, no es lo mismo una zona de guerra a el centro de una de las ciudades más pobladas del continente. Las 2 996 personas que murieron a causa del atentado del 11 de septiembre salieron de sus casas sin imaginar siquiera la pesadilla que estaba por venir.
Y no los muertos de ese día se cuentan como víctimas. El impacto en la salud mental de familiares y amigos de los fallecidos, así como en el pueblo norteamericano en general fue devastador. Estrés postraumático, depresión y ansiedad al día de hoy calan aún en la memoria de miles de personas tras los acontecimientos.
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Estados Unidos: Consecuencias de un día fatídico
Aunque el mayor por ciento de las víctimas fatales del 9/11 fueron hombres, los reportes indican que la edades estaban comprendidas entre los 2 y los 85 años. Un hecho que remarca el carácter violento del ata**que organizado por el grupo Al Qaeda, quienes marcaron el World Trade Center como objetivo central por su alta afluencia de personas.
En el documental de la cadena BBC de 2021 el expresidente George Bush aseguró: “El primer avión fue un accidente, el segundo fue un ataque y el tercero una declaración de guerra”. En esta agresión, de “desproporción incomparable” Estados Unidos perdió vidas y también millones de dólares, además de la fe del pueblo en la protección que el gobierno podía proporcionar.
La guerra que más tarde Estados Unidos iniciara contra Afganistán e Irak en un intento de cortar el terrorismo terminó costando la vida de otros miles de ciudadanos norteamericanos. El 9/11 sirvió de semilla para germinar años de odio, violencia y heridas que aún no cierran en un país que hasta entonces se creía invencible.
Let us honor those we lost on September 11th by renewing our faith in one another, recommitting to national unity, and remembering who we are:
— President Biden (@POTUS) September 11, 2024
We never forget. We are never afraid. We endure. We overcome.
We are the United States of America. pic.twitter.com/iOYHHW73ro
