Este domingo, un motor se desprendió y chocó contra el flap durante el despegue de un avión Boeing 737-800 de Southwest Airlines. El suceso volvió a poner en tela de juicio la cuestionada reputación de Boeing, Además, dio inicio a un proceso investigativo por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA), según un comunicado de la entidad.
Afortunadamente, no se reportaron heridos en este incidente. Ya que la aeronave regresó de manera segura al Aeropuerto Internacional de Denver sobre las 8:15 a.m., en su ruta hacia Houston. No obstante, la compañía enfrenta un escrutinio cada vez mayor debido a preocupaciones sobre la seguridad y los problemas de fabricación en sus aviones.
Sin embargo, es importante destacar que el modelo involucrado en este incidente en Denver data de alrededor de 2015 y pertenece a una generación anterior a los aviones 737 Max 9. Modelos que fueron temporalmente retirados de servicio a principios de año debido a problemas con las puertas en vuelos de Alaska Airlines.
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Boeing: ¿Persisten los problemas de seguridad?
Según expertos en la industria, es poco probable que este incidente esté relacionado con los problemas de seguridad más amplios que ha enfrentado Boeing. Southwest Airlines, que cuenta con 207 aviones Boeing 737-800 en su flota, ha afirmado que sus equipos de mantenimiento están revisando la aeronave en cuestión después de que el vuelo 3695 experimentara un «problema mecánico». La aerolínea se disculpó con los pasajeros afectados, quienes finalmente llegaron a Houston en otro avión con un retraso de aproximadamente tres horas.
Boeing ha declinado hacer comentarios y ha remitido a Southwest Airlines para obtener más detalles sobre sus operaciones de aviones y flota. La investigación de la FAA buscará determinar las causas del desprendimiento del motor para, de esta forma, garantizar que se tomen las medidas adecuadas para evitar incidentes similares en el futuro.