En un hecho sin precedentes durante el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, un grupo de manifestantes derribó una de las puertas principales del Palacio Nacional de México. La protesta tuvo lugar mientras el presidente ofrecía su conferencia matutina y estuvo encabezada, principalmente, por padres de familia y representantes legales de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala, Guerrero.
Este año marca el décimo aniversario del secuestro de los estudiantes. A pesar de que las investigaciones están en curso, López Obrador anunció su intención de reunirse con las familias en los próximos 15 o 20 días. Esto, con el objetivo de hablar con los padres y presentarles pruebas sobre la manipulación de la investigación, una vez que se obtenga más evidencia. El presidente mexicano afirma que con el fin proteger a ciertas personas, se comprometió la veracidad y seguridad de la indagación. Motivo por el cual pretende responsabilizar a los abogados y defensores de derechos humanos involucrados en este caso.
Desde su llegada al poder, López Obrador prometió resolver el incidente y encontrar los cuerpos de los estudiantes. Sin embargo, las manifestaciones de este miércoles reflejan la decepción generalizada debido a la falta de avances en el caso. Aunque admitió que la investigación seguía sin resolverse, el presidente señaló que los padres estaban mal informados en sus demandas.
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¿Cómo se desarrolló la manifestación en México?
Videos obtenidos por CNN muestran cómo los manifestantes empujaron un camión hasta las puertas principales del Palacio Nacional y las destruyeron con determinación. Las imágenes posteriores a la protesta revelaron pintadas en rojo tanto en el camión como en el edificio. Las autoridades de la Ciudad de México señalaron que este incidente es un asunto federal, y que el presidente ya había abordado lo ocurrido.
Durante su conferencia de prensa matutina, López Obrador declaró: «Estoy analizando y supervisando todo, porque lo que me importa es encontrar a los jóvenes. La actitud, no de los padres, sino de los asesores y las organizaciones que supuestamente defienden los derechos humanos, es en el mejor de los casos política, muy confrontativa en contra nuestra, provocadora, y nosotros no queremos confrontación».
Este suceso refleja la creciente frustración y exigencia de justicia por parte de los padres de los estudiantes de Ayotzinapa, quienes continúan buscando respuestas y la verdad sobre la desaparición de sus hijos.