Bien dicen que el arte es un reflejo de sus creadores, de la montaña rusa emocional que es su vida. En la industria musical, sobre todo, esto ha sido palpable en los últimos años. Adele sacó un fonograma para expurgar las sombras de su divorcio. Taylor Swift cerró sus eras anteriores y en abril volverá renovada con un nuevo cd. Ariana Grande es la última cantante que se ha sumado a esta cruzada.
Con el lanzamiento hoy de su séptimo álbum, Eternal Sunshine, la cantante muestra su lado más vulnerable. El nombre del cd es una referencia directa al filme de 2004 Eternal Sunshine of the Spotless Mind. Los 13 temas que componen la producción funcionan como una especie de mirilla para el público. Así, desde un espacio aparte, los convierte en testigos de su navegar por la mezcla de sentimientos que le deja su divorcio y proceso de sanación.
De acuerdo con la propia Ariana Grande, el disco cubre mucho terreno emocional, tocando temas como la pérdida, el duelo, el amor y la ruptura.
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Ariana Grande prueba su crecimiento con Eternal Sunshine
Luego de tres años de espera, esto es justo lo que sus fans pedían. Una versión honesta e intimista de la ex estrella de Nickelodeon. Ariana Grande sabe que su vida privada es tan meticulosamente seguida como su música y no deja que ello le afecte mucho.
Con temas como Yes, and? o Imperfect for you, la cantante alude a los rumores de su supuesta infidelidad y a lo complicado que es mantener una relación madura. En tanto, con True Story juega con la percepción equivocada que muchas veces se genera de las personas.
Los ritmos variados, desde el R&B hasta el disco y por supuesto, pop, son clave. Para ello Ariana Grande se apoyó en el experimentado productor Max Martin. Es este un álbum bien logrado, redondo. En él, más que una excelente vocalista, Ariana Grande emerge como una ARTISTA madura.