Hablar de Aroldis Chapman es hablar de una leyenda activa del mejor béisbol del planeta. Sus resultados en más de 10 temporadas en las Ligas Mayores de Estados Unidos así lo demuestran. Porque, si difícil es llegar al más alto nivel de la pelota profesional en ese país, más difícil es mantenerse en la cima durante tantos años. Ahí reside, para muchos analistas, el estatus de leyenda.
Su historia, por demás, tiene otros matices que agigantan su grandeza. Ello, si se tiene en cuenta su condición de migrante. Aunque el béisbol en Estados Unidos está «copado» de estrellas de otras nacionalidades, para un latino puede resultar aún más complejo. Y, dentro de este grupo, los cubanos sufren condiciones únicas, impuestas por las tormentosas relaciones gubernamentales entre ambos países.
El zurdo holguinero debutó en la Gran Carpa en el año 2010. Según recogen las reseñas de aquel día de agosto, realizó el lanzamiento de más de 100 millas. De hecho, la velocidad es un factor distintivo en el pitcheo del cubano. No obstante, además de gestionar una gran carrera como atleta, ha sabido sacar provecho económico.
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Aroldis Chapman y su nuevo destino
A esta hora ya la noticia corre como pólvora. Aroldis Chapman es jugador de Pittsburgh Pirates. Como agente libre no le faltaban opciones, sin embargo, se decantó por un equipo que le ofreció 10.5 millones de dólares por sus servicios durante una campaña.
No obstante, queda claro que la elección del zurdo no fue sólo por un factor económico. Los «Piratas» tienen varios atractivos, entre ellos, un récord al alcance de Chapman. Según datos de la cuenta en X (antes Twitter) Codify Baseball, el récord de velocidad del equipo es de 102.7 mph. Una marca que Aroldis podría derribar en cualquier momento.
Al sumar sus 14 temporadas en MLB y el monto que debe ingresar este año, sus ganancias como atleta superan los 165 millones de dólares. Eso representa, con bastante claridad, la cifra de dinero más alta que ha recibido un antillano por jugar beisbol en la MLB.
Sus resultados deportivos y económicos son inspiración para muchos atletas. Aunque muy pocos alcanzan el estrellato, Aroldis Chapman demuestra que el esfuerzo, a veces, rinde frutos.
