«Soy Kamala Harris y me postulo para presidenta de Estados Unidos», escribió en su cuenta de la red social X. la actual vicepresidenta del país. La declaración hace gala de las ambiciones de una mujer acostumbrada a derribar “techos de cristal”. Sin embargo, el peso de esas palabras es minúsculo, en comparación con el camino que tiene por delante para lograr la hazaña.
La número dos de Estados Unidos ha tenido un «arranque» de excelencia en su intento por hacerse de la candidatura demócrata para las elecciones presidenciales. Y, si bien ha recibido el apoyo de varios pesos pesados, como Nancy Pelosi, hay un respaldo fundamental que, hasta este minuto, se le ha resistido, al menos de forma pública: Barack Obama.
El exmandatario, y una de las figuras más influyentes del partido demócrata, ha evitado hasta nombrarla. “En los próximos días navegaremos por aguas desconocidas, pero tengo una enorme confianza en que los líderes de nuestro partido serán capaces de crear un proceso del que surja un candidato extraordinario”, afirmó Obama.
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¿Obama no quiere a Kamala Harris en la presidencia?
Aunque Kamala no es candidata oficial ya las encuestas han comenzado a hacer lo suyo. ReaClear Polling promedió la distancia que separa a Trump con Harris en los últimos sondeos publicados por los medios y agencias más importantes de Estados Unidos. El resultado solo 1,9 puntos. El promedio de todas las encuestas le da una intención de voto a Trump de 48% frente a un 46,3% de Harris.
«Obama está muy molesto porque sabe que ella no puede ganar [las elecciones presidenciales contra Trump]», aseguró New York Post, citando una fuente cercana a la familia del presidente Joe Biden. La fuente, afirmó, además, que Obama supuestamente mencionó que Harris «es simplemente incompetente»