El destacado chef y escritor Bill Granger, famoso por elevar el estatus del “típico desayuno australiano” a niveles internacionales, falleció este jueves en Londres a la edad de 54 años.
Formado de manera autodidacta como cocinero, abrió su primer restaurante, «Bills», en Sidney en 1993. De esa forma, consolidó un imperio global con 19 restaurantes alrededor del mundo, incluyendo capitales de Asia y Europa.
Fue reconocido por sus más de 12 publicaciones y por presentar diversos shows de cocina. Además, con su presencia como juez en Master Chef Australia, Granger se ganó el cariño de los foodies. Ello por su habilidad de convertir comidas sencillas en platillos especiales.
También, fue calificado por muchos como el padrino de las tostadas de aguacate. Asimismo, en su culinaria sobresalían los huevos revueltos cremosos y los panqueques de ricotta. Una cocina de simple factura, pero que no pierde estilo y sabor, como la definiera el propio Bill Granger.
Legado de un pionero de la cocina australiana
Su carismática personalidad y el arte de unificar a una gran diversidad de personas en torno a una mesa para degustar comidas autóctonas australianas, son sin dudas parte de su legado.
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«Será recordado como El Rey de Los Desayunos», escribió su familia en un sencillo comunicado.
Actores como Hugh Jackman y Gwyneth Paltrow se unieron a los tributos de los fans que inundaron las redes sociales.
En enero de este año a Granger le fue conferida la «Medalla del Orden de Australia». Dicha distinción por su contribución al desarrollo del turismo y la hostelería local.
“He hecho todas estas cosas extraordinarias desde el gusto por cocinar panqueques y huevos revueltos, lo que es realmente impresionante”, dijo en una entrevista a la BBC 2019 acerca de su obra.
A Granger le sobreviven su esposa Natalie Elliot y sus tres hijas, quienes lo alabaron como un esposo y padre dedicado.