El fabricante aeronáutico estadounidense Boeing enfrentó en los últimos meses importantes cuestionamientos, debido a la seguridad de sus aviones. En medio de este contexto, la compañía anunció “la salida a finales de año” de su director general, Dave Calhoun, así como de otros ejecutivos.
La noticia ha recorrido el mundo, avivando los fuertes rumores alrededor de la compañía y el mal manejo de sus aviones, en relación con la seguridad. De hecho, el propio Calhoun había reconocido en una carta personal a la empresa: «Los ojos del mundo están puestos en nosotros y sé que saldremos de este momento como una mejor empresa».
En enero de este año el todavía presidente ejecutivo de Boeing asumió la responsabilidad por el incidente de Alaska Airlines. Además, prometió «completa transparencia». Sin embargo, lo cierto es que su futuro está en el aire, tras todos estos acontecimientos.
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¿Qué ocurre con Boeing?
Para tener una idea de la dimensión de todo lo que ocurre alrededor de Boeing, basta con remitirse a principios de año. El vuelo 1282 de Alaska Airlines, con destino a Ontario, regresó a Portland unos 30 minutos después del despegue sin parte del fuselaje. No obstante, los 171 pasajeros y sus seis tripulantes lograron salir airosos.
A ello se suma otro incidente igual de cuestionable. John Barnett, rostro más visible de las críticas a la empresa por los estándares de producción fue encontrado muerto, en lo que parecía una “herida auto infligida”, de acuerdo con la prensa que dio a conocer el hecho. Barnett trabajó para la compañía durante más de tres décadas. Su nombre se hizo conocido en 2019, cuando afirmó a BBC que Boeing había acelerado la producción de sus aviones 787 Dreamliner, poniendo en riesgo la seguridad de los pasajeros.
«Según él, los sistemas de oxígeno de emergencia diseñados para los 787 Dreamliners tenían una tasa de fallo del 25%. Esto implicaba que uno de cada cuatro aviones 787 Dreamliners tenía el potencial de perder oxígeno rápidamente en caso de una descompresión súbita de la cabina, lo que podría poner en peligro a los pasajeros», reseñó El Confidencial.