En un acuerdo inesperado, la compañía Boeing ha aceptado declararse culpable de un cargo de conspiración para defraudar a las autoridades estadounidenses. Como parte del acuerdo, la empresa pagaría hasta 487 millones de dólares en multas para evitar un proceso judicial más extenso, informó el Departamento de Justicia en una presentación del domingo por la noche.
Sin embargo, este monto representa apenas una fracción de los 24,800 millones de dólares que las familias de las víctimas de los accidentes del 737 MAX reclamaban que Boeing debería pagar. De hecho, el departamento reveló que los familiares de los fallecidos en los dos siniestros aéreos se oponen firmemente al acuerdo alcanzado.
«Este trato preferencial no reconoce que, debido a la conspiración de Boeing, 346 personas perdieron la vida», declaró enfáticamente Paul Cassell, profesor de derecho de la Universidad de Utah que representa a numerosos allegados de las víctimas de los accidentes de Lion Air en 2018 y Ethiopian Air en 2019. «Este acuerdo engañoso y generoso claramente no sirve al interés público», agregó.
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Boeing podría quedar expuesto al escrutinio público
Ante esta decisión, las familias demandaron un juicio público donde se expongan todos los cargos, en lugar de este arreglo que consideran insuficiente para hacer que Boeing asuma verdadera responsabilidad por las muertes. Esta decisión aviva preocupaciones sobre la eficacia de la supervisión regulatoria y el equilibrio entre los intereses corporativos y la seguridad pública.
Mientras el proceso legal continúa, la industria aeronáutica y los afectados por estas tragedias esperan una resolución que atienda adecuadamente sus reclamos y garantice una mayor rendición de cuentas en el futuro. Sobre todo, porque las preocupaciones en este sentido son cada vez mayores.
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