Charles Littlejohn, ex contratista del Servicio de Impuestos Internos (IRS) fue sentenciado a cinco años de prisión. Ello luego de encontrarse culpable por filtrar los registros fiscales del expresidente Donald Trump.
Charles no solo filtró la información del expresidente nortramericano Donald Trump al New York Times, sino también los registros de millonarios como Jeff Bezos y Elon Musk a la agencia de noticias ProPublica, según informó NBC News
El acusado, quien admitió su culpabilidad en octubre, enfrentó una condena máxima de cinco años en prisión federal. Los fiscales argumentaron que abusó de su posición al divulgar ilegalmente miles de declaraciones de impuestos. Así como otras informaciones financieras privadas a múltiples organizaciones de noticias.
De igual forma, señalaron que Littlejohn «utilizó su acceso a datos de contribuyentes sin enmascarar para promover su propia agenda personal y política, creyendo que estaba por encima de la ley».
La sentencia la dictó la jueza federal Ana C. Reyes en Washington, quien destacó que el acto de Littlejohn fue un ataque a la democracia constitucional. Dicha jueza comparó sus acciones con otros ataques recientes contra funcionarios electos y con los acusados por los eventos del 6 de enero. A pesar de describir el esquema de Littlejohn como deliberado y complejo, la jueza creyó que el acusado «sintió sinceramente un imperativo moral» para actuar de esa manera.
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Charles Littlejohn actuó para desenmascarar ante el pueblo a Donald Trump
El abogado de Littlejohn argumentó que su cliente actuó motivado por una profunda creencia moral de que el pueblo estadounidense tenía derecho a conocer la información y que compartir los registros fiscales era la única forma de lograr un cambio en la sociedad.
Aunque el abogado reconoció que las acciones de Littlejohn son inexcusables, señaló que con su condena ya se envió un fuerte mensaje de disuasión al público.
Littlejohn, de 38 años, expresó ante el tribunal que actuó con la creencia sincera, pero equivocada, de que estaba sirviendo al público. Afirmó que los contribuyentes merecían saber cómo los ricos evitaban fácilmente pagar impuestos y que los estadounidenses toman las mejores decisiones cuando están debidamente informados.
Este caso ha generado un gran revuelo en el IRS, a lo que Charles expresó: «Tomé mi decisión con pleno conocimiento de que probablemente terminaría en un tribunal».