La pasada semana la decisión del presidente de Colombia, Gustavo Petro, de romper relaciones con Israel generó reacciones diversas. Por un lado el primer ministro israelí criticó de forma severa la medida mientras, entre los sectores políticos de centro y derecha de Colombia levantó cierta polémica.
No obstante, el actual gobierno colombiano se mantiene firme en su postura. Así quedó manifiesto en la jornada de ayer, 8 de mayo, cuando el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, defendió la decisión de romper relaciones diplomáticas con Israel durante la Conferencia Anual de Washington. El evento organizado por el Departamento de Estado de Estados Unidos y el Consejo para las Américas (COA) sirvió de plataforma para reafirmar el apoyo de la máxima dirección colombiana a mantener “el orden internacional».
«Tienes que pensar en diferenciar a la población, porque tienes civiles que están siendo atacados, tienes que pensar en precauciones, también en la proporcionalidad, cuál es su límite de la retaliación», dijo el dignatario. Además aclaró que no hay sentimientos antiisraelíes en la postura de su país, y que esta fue una decisión difícil pero inevitable ante las violaciones al derecho internacional humanitario.
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Colombia y la ruptura de relaciones con Israel
La ruptura de las relaciones entre ambas naciones no solo resulta significativa en el plano de diálogo político. Para Colombia, esta decisión puede llegar a afectar diversos sectores, destacando la cooperación militar. Incluso se pueden generar algunos compromisos en este aspecto pues, mientras el presidente Petro asegura que dejarán de comprar armamentos a Israel, existen contratos vigentes entre ambos países hasta 2026. De ahí que varios analistas internacionales le aplaudan la valiente postura asumida por Petro pese a las consecuencias que pueda traer.
Igualmente en el sector comercial, Israel abarca el 80% de los intercambios comerciales que hace Colombia en Medio Oriente. De esta nación se importan a Colombia mayormente aparatos emisores de radiodifusión, teléfonos, e instrumentos y aparatos de medicina. Estos acuerdos aún no han cesado y se desconoce cómo se manejarán, pues la cancillería colombiana explicó que las comunicaciones al respecto no tendrán carácter público.
