La obsesión del gobierno de Cuba ha sido la industria turística. No hay otra manera de entender -por ejemplo- que las autoridades de la Isla concentraran alrededor de un tercio del total de sus inversiones de 2023 en el sector. Esto se traduce en una inversión 500 por ciento mayor que la destinada a sanidad, educación y agricultura juntos, de acuerdo con las cifras divulgadas por la Oficina de Estadísticas e Información (ONEI).
Es cierto que el turismo ha representado una fuente significativa de ingresos en divisas para el país desde mediado de los años 90. De hecho, en 2018 casi 4,7 millones de visitantes e ingresos brutos de más de 2.700 millones de dólares despertaron los sueños más luminosos de muchos funcionarios, y de buena parte de la población vinculada de manera directa o indirecta con el turismo.
Cuba se puso de moda en el contexto del «deshielo» en las relaciones diplomáticas con Estados Unidos. Los ecos de ese proceso alcanzaron hasta el final del segundo mandato de Barack Obama e incluso los inicios del primer periodo de Donald Trump. Si bien a partir de enero de 2017 comenzó una nueva etapa de restricciones, fueron ese año y el 2018 los de mejores resultados de la “locomotora de la economía cubana”.
Sin embargo, como era predecible, la magia duró poco. Con el endurecimiento de la administración Trump respecto a la Mayor de las Antillas, ya para 2019 la historia era otra. Ello, unidos a la pandemia de COVID-19 dio el golpe de gracia a una industria que, además, estaba lejos de ser perfecta. Hoteles sin condiciones de excelencia, falta de cultura de servicio, ofertas extremadamente caras en comparación con otros destinos, eran y son algunas realidades que también inciden es que Cuba no sea una opción por la cual apostar. Y, menos ahora, cuando el país atraviesa su mayor crisis socio-económica desde 1959.
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Cuba: ¿Otra meta condenada al fracaso?
«Las metas que nos proponemos siempre son muy tensas, pero como optimistas que somos, siempre luchamos por crecer». Así se expresó el eministro cubano de Turismo, Juan Carlos García, quien participa en la Feria Internacional de Turismo Fitur. Cuba espera recibir cerca de 2,6 millones de turistas este año. Para ello -reconoció el Ministro- debe mantener el mercado canadiense y atraer otros nuevos como el de China, sobre el que trabaja «con gran prioridad”. «Estamos trabajando en el mercado turco y un grupo de países árabes que realmente tienen interés hacia Cuba en invertir», Mientras Rusia «es ya el tercer país emisor hacia Cuba.
La delegación cubana llega a #FITUR para presentar los principales productos y servicios del #TurismoCubano y generar nuevas oportunidades de negocios.#CubaÚnica 🇨🇺 en @Ifema, del 22 al 26 de enero. pic.twitter.com/vCHBvUhMWp
— Juan Carlos García Granda (@JuannCarlosGG) January 22, 2025