Este martes la incertidumbre sobre el destino de la mayor de las antillas protagoniza las noticias de Cuba. En una situación casi desesperada, el gobierno cubano, encabezado por Miguel Díaz-Canel, se ha visto obligado a asumir que la economía de la isla se asemeja a una «economía de guerra». En medio de una crisis que ha superado al llamado Periodo Especial de los años 90, el presidente cubano aprobó un nuevo paquete de medidas con el objetivo de impulsar la «estabilidad de la macroeconomía» que el país necesita.
Según informó El país, estas medidas incluyen recortes presupuestarios, una política de precios únicos y algunas regulaciones y reajustes destinados a «corregir distorsiones y reimpulsar la economía durante 2024». Al respecto, la viceministra primera de Economía y Planificación, Mildrey Granadillo de la Torre, explicó que estas medidas se implementarán debido a la situación extrema que persiste.
En 2023 Cuba terminó el año con una inflación del 30%, una economía contraída el 2% y una depreciación de la moneda cubana de más del 50% frente al dólar y al euro en el mercado informal. Ante este panorama el economista cubano Pedro Monreal ha expresado su preocupación sobre la implementación del término «economía de guerra» como posible solución. Argumentando que podría justificar un mayor control por parte de las autoridades, ya que según él, se podría utilizar como justificación para ejercer un dominio total bajo el argumento de que «es cuando más necesitamos planificar».
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Noticias de Cuba: Otras medidas a implementar
Las medidas publicadas en el diario Granma incluyen la reducción de partidas presupuestarias, la definición de requisitos para el uso del Presupuesto aprobado, la centralización de la facultad de aprobación, la asignación mensual de recursos financieros en correspondencia con los ingresos reales del mes, el cálculo del impacto fiscal de las importaciones del sector no estatal y la concesión de beneficios arancelarios.
Además, el Gobierno cubano establecerá una política de precios única y «en igualdad de condiciones para todos los sujetos de la economía», lo que incluye tanto al sector estatal como al no estatal. Esto afectaría productos como el pollo, el aceite, la salchicha, la leche en polvo, la pasta alimenticia y el detergente.
Según Monreal, lo más destacado de las nuevas medidas es la intención de «posponer e incluso paralizar las inversiones que no sean imprescindibles», lo que podría no solo ejercer más control en el país por parte del Estado, sino también crear descontento en el sector estatal si se ven muy limitados en sus negocios.
En tanto, el presidente Díaz-Canel reconoció que el país atraviesa «complejidades económicas» que repercuten en la entrega de alimentos, los constantes apagones y la inflación, atribuyendo estas situaciones a la «burocracia y el ineficiente control» del sistema institucional.