La llegada del verano es invitación más que suficiente para exhibir el cuerpo en una de las piezas de ropa más polémicas de la historia: el bikini. Estos llamativos conjuntos femeninos, protagonistas absolutos de los días de playa, río o piscina son al día de hoy muy populares, pero no siempre fue así.
Este 5 de julio, como cada año, el mundo celebra el día del bikini. Un homenaje a la fecha de aparición de estos bañadores en 1946. Por ello qué mejor manera de celebrar el aporte al “movimiento de liberación femenina” del que los bikinis forman parte, que rememorando su origen.
Su presentación estuvo a cargo del ingeniero francés Louis Réard. Este lo exhibió por vez primera durante un evento de moda realizado en una piscina pública parisina. No obstante, es preciso tener en cuenta que los bikinis tuvieron como antecedente e inspiración los trajes de baño de dos piezas conformados por pantalón corto y camiseta diseñados por Carl Jantzen en 1913.
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Bikini: el camino entre lo pecaminoso y lo popular
En la actualidad los diseños de los bikinis son tan exquisitos y creativos como los de prendas menos reveladoras. De hecho existen pasarelas destinadas solo a mostrar variantes de este traje de baño. Sin embargo, en su surgimiento fue vetado en no pocos espacios públicos de diferentes países y las mujeres que decidían transgredir las normas y exhibirse con ellos podían ser multadas.
No solo eso, de acuerdo con datos históricos, los bikinis fueron criticados por la Iglesia. Incluso el Vaticano los calificó de “pecaminosos”, argumentando que resultaban demasiado provocativos. No fue hasta la década de 1960 que su presencia se hizo común como una opción más para disfrutar de las playas. Y también apareció en el cine y las revistas de moda, siendo la estrella de cine Marilyn Monroe una de sus más reconocidas modelos.
En pleno 2024 la celebración del día del bikini se enfoca sobre todo en celebrar la belleza de esta prenda y los distintos cuerpos que la portan. Además sirve para promover la confianza de la sexualidad femenina y reafirmar la importancia de la libre expresión de los cuerpos.