El primer debate electoral de este año, celebrado entre Joe Biden y Donald Trump, representó el inicio del fin para el hoy mandatario de Estados Unidos. Su desastrosa presentación lo dejó sin apoyo y abrió la puertas a la candidatura de Kamala Harris, la flamante aspirante demócrata a la presidencia de la nación.
Para quien tuviera dudas de la importancia de una buena presentación es estos cara a cara, el ‘caso Biden’ es más que ilustrativo. Por tanto, tras la «sorpresiva» aparición de una nueva contrincante, Donald Trump afirmó el pasado viernes que se retiraba del debate de ABC News programado para el 10 de septiembre, y que se había pactado durante la era Biden.
Además, el exmandatario presentó una contrapropuesta a la vicepresidenta Kamala Harris. Esta, de la mano de Fox News, su cadena favorita. De hecho, Trump ha demandado por difamación a la cadena ABC News, en un caso que un juez federal de Florida permitió recientemente que siguiera adelante.
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Donald Trump abrió las puertas al debate
“Gasté cientos de millones de dólares, tiempo y esfuerzo luchando contra Joe, y cuando gané el debate, lanzaron a un nuevo candidato al cuadrilátero”, ha escrito Trump en sus redes sociales. No obstante, el magnate parece estar listo para un cara a cara.
“Esta candidatura quiere que este país se vuelva comunista de inmediato, si no antes. No queremos seguridad. No queremos nada, recalcó en una entrevista con Fox News. En este contexto, además, abrió la puerta al debate. “No sé cómo debate (Harris). Escuché que es una persona un poco desagradable (…), pero no es una buena debatiente, pero ya veremos, porque debatiremos con ella, supongo, en un futuro muy cercano. Se anunciará bastante pronto”.