El Dr. Anthony Fauci, reconocido experto en enfermedades infecciosas y exdirector del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), compareció en el Capitolio ante la subcomisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos para testificar sobre la pandemia de Covid-19 y las interrogantes en torno a los orígenes del virus. La audiencia, que atrajo la atención nacional, destacó por un intenso debate y cuestionamientos hacia el científico.
Durante su testimonio, el Dr. Fauci abordó las acusaciones sobre el origen del virus, enfrentando interrogantes de los representantes republicanos. En respuesta, Fauci afirmó que, si bien científicos internacionales expresaron inicialmente preocupación sobre la posible manipulación del virus en un laboratorio, estudios posteriores han concluido que es más probable que el virus se haya transmitido de animales a humanos. Sin embargo, reconoció que aún no se ha llegado a una conclusión definitiva y que investigaciones adicionales son necesarias.
En un tema aparte, los representantes republicanos también cuestionaron el uso de correos electrónicos personales por parte de funcionarios de salud en el manejo de la pandemia. Realizando insinuaciones sobre posibles filtraciones de información delicada a personal no autirizado. No obstante, el Dr. Fauci aclaró que él nunca utilizó su correo personal para asuntos oficiales. A su vez, afirmó que desconoce el uso de correos no oficiales por parte de otros funcionarios.
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Acusaciones y amenazas en torno a Anthony Fauci
La audiencia también destacó las amenazas y la seguridad personal del Dr. Fauci. Quien reveló que tanto él como su familia han enfrentado amenazas de muerte creíbles, debido a su labor como director del NIAID. Estas amenazas han sido tomadas en serio y llevaron a la detención de dos individuos. Por otra parte, ante posibles nuevas acusaciones, Fauci aclaró la falta de basamento científico detrás de la directriz de distanciamiento físico de 1.8 metros para contrasrrestar el Covid.
En este sentido aclaró que su afirmación de que «no había ciencia detrás» de la medida promovida por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, se refería específicamente a la falta de ensayos clínicos rigurosos que respaldaran esa distancia en particular como una medida eficaz para prevenir la transmisión del virus. Sin embargo, recalcó que el distanciamiento físico, así como el uso de mascarillas sanitarias, continúan siendo una herramienta valiosa para el cuidado y prevención de enfermedades virales.
