Este miércoles, 29 de noviembre, al menos una persona falleció tras estrellarse un avión militar de Estados Unidos frente a la costa de la isla japonesa de Yakushima, según informaron medios locales, destacando un trágico suceso en la región.
A bordo de la aeronave viajaban seis personas, según detalló la Guardia Costera, que recibió una llamada del ejército estadounidense. Dicho aviso, solicitó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Kagoshima.
Este lamentable incidente representa el más reciente en una serie de percances que han involucrado a los aviones híbridos Osprey.
Tales hechos incluyen el fallecimiento de tres marines del Pentágono el pasado mes de agosto. Mientras, otra fatalidad ocurrió en 2022 que resultó en la muerte de cinco marines. La misma sucedió en una misión de entrenamiento cerca de Glamis, California. En ese año, cuatro efectivos perdieron la vida cuando su Osprey se estrelló durante unos ejercicios de la OTAN en Noruega.
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El avión Osprey, conocido por su versatilidad al despegar verticalmente como un helicóptero y realizar un crucero a alta velocidad como un avión turbohélice, ha sido objeto de preocupaciones debido a su historial de problemas mecánicos y operativos desde su creación en la década de 1980, destacaron analistas militares.
Japón dedicará esfuerzos al rescate de las víctimas del accidente que sufrió el avión militar de Estados Unidos
Según publicó el diario El País. «En las primeras informaciones conocidos esta mañana, el Ministerio de Defensa de Japón “ha dado la orden de dedicar todos los esfuerzos posibles al rescate de las víctimas junto con la Guardia Costera”, subrayó en rueda de prensa el viceministro japonés, Hiroyuki Miyazawa.
Estos trágicos incidentes subrayan la importancia de la seguridad operativa y la fiabilidad de las aeronaves militares. También, la necesidad de continuar evaluando y mejorando los protocolos de seguridad en la aviación militar.
Fuente: Prensa Latina