En un esfuerzo por salvaguardar la privacidad y proteger los derechos reproductivos de los ciudadanos de Estados Unidos, el Gobierno de Biden anunció el lunes una nueva norma que garantiza la confidencialidad de la información médica relacionada con la atención sanitaria reproductiva. De esta manera, bajo la Regla de privacidad de la HIPAA para apoyar la privacidad de la atención sanitaria reproductiva, se prohíbe la divulgación de dicha información y se refuerza la protección tanto para los pacientes como para los médicos que brindan estos servicios.
La implementación de esta medida asegura que los historiales médicos no se utilicen en su contra por buscar o recibir cualquier tipo de atención sanitaria reproductiva. Incluso si los pacientes deben viajar a otro estado para acceder a ella. Dicha norma, que recibió cerca de 30,000 comentarios del público en respuesta a los cambios propuestos, forma parte de los esfuerzos continuos de la administración Biden-Harris para proteger el acceso a la atención sanitaria reproductiva.
Melanie Fontes Rainer, directora de la Oficina de Derechos Civiles, enfatizó en una conferencia de prensa que «nadie debería tener que vivir con el temor de que sus conversaciones con su médico o los datos de sus reclamaciones médicas puedan utilizarse para perseguirle o seguirle la pista por buscar atención médica reproductiva legal». Así mismo, Xavier Becerra, Secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos, afirmó que todos los estadounidenses tienen derecho a la intimidad y a saber que tienen derechos cuando se trata de su información médica privada y personal.
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Desafíos tras la implementación de esta nueva norma en Estados Unidos
Esta nueva medida cobra especial importancia en un momento en que 14 estados han impuesto prohibiciones totales al aborto. Después de la sentencia del Tribunal Supremo en el caso Dobbs contra Jackson Women’s Health Organization, que eliminó el derecho constitucional al aborto en todo el país, se han implementado restricciones y limitaciones en casi veinte estados de Estados Unidos.
Precisamente, los estados con mayores restricciones al aborto han sido testigos de tasas más altas de mortalidad materna e infantil. Así como de inseguridad económica. Razón por la que muchas pacientes que viven en estados con restricciones han tenido que viajar a otras ciudades para recibir atención médica reproductiva.
Esta ley constituye un paso adelante en la protección de los derechos reproductivos de las mujeres en Estados Unidos. Sin embargo, Becerra reconoce que no deshará completamente los efectos de la anulación de Roe vs. Wade. Por lo que, hasta que se restablezca una ley nacional que reinstaure estos derechos, los desafíos persistirán.