De acuerdo con un reporte de Amnistía Internacional, más de 600 personas mueren cada día a consecuencia de la violencia con armas de fuego, una violencia -refiere el texto- impulsada en parte por la facilidad con la que se accede —de forma legal o ilegal— a dichas armas. Es este uno de los debates constantes en la esfera pública de Estados Unidos.
Para tener una idea de la cultura de armas que impera en la nación, basta con recordar un dato más que ilustrativo. Estados Unidos es la única nación del mundo donde hay más armas que civiles. Sin embargo, los miles de muertes relacionadas con estos equipos, avivan los debates en ese país acerca de un derecho refrendado en su Constitución.
En este sentido, aun permanece en el recuerdo de los ciudadanos uno de los sucesos más impactantes de los últimos tiempos. El 30 de noviembre de 2021 un adolescente de 15 años abrió fuego en su escuela, en Michigan. El saldo: cuatro fallecidos y varios heridos.
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Estados Unidos y otra condena
En relación a ese hecho, a esta hora una noticia se hace viral en el país. James Crumbley, padre del adolescente, fue declarado culpable de homicidio involuntario. Hace un mes, la madre del atacante fue condenada por los mismos cargos, según reseña CNN. “James Crumbley no está siendo juzgado por lo que hizo su hijo. James Crumbley está siendo juzgado por lo que hizo y por lo que no hizo».
Al decir de CNN, «los casos contra los padres representan una prueba de los límites de quién es responsable de un tiroteo masivo. Los fiscales, que pretenden ampliar el alcance de la culpabilidad en los tiroteos masivos, han utilizado una novedosa estrategia legal al argumentar que los padres son personalmente responsables de las muertes porque consiguieron un arma para su hijo e ignoraron las señales de su deteriorada salud mental».
