Las autoridades de Nueva York arrestaron a, al menos, siete inmigrantes, sospechosos de estar involucrados en una serie de robos en Estados Unidos. Tras una orden de registro en una casa del Bronx, se descubrió una conexión con más de 60 incidentes en cuatro distritos de esta ciudad. El alcalde, Eric Adams, manifestó su preocupación por estos sucesos, que incluyeron hurtos en el sistema de transporte público.
Los delincuentes se movilizan en ciclomotores y scooters, robando propiedades de los neoyorquinos, como iPhones y billeteras, de acuerdo con las informaciones ofrecidas por la cadena CNN. Además, el Departamento de Policía de la ciudad (NYPD), aclara que estos sospechosos forman parte de una empresa criminal. Sus miembros se centran, especialmente, en el robo de teléfonos móviles que, más tarde, hackean para obtener beneficios económicos.
El comisionado de la Policía de Nueva York, Edward A. Caban, hizo hincapié en que esta ola de delitos cometidos por migrantes no representa a todos los inmigrantes. Además, reafirmó el compromiso de tratar a los criminales de la misma manera, independientemente de su estatus migratorio. Ante esta situación, el alcalde Adams llamó a una solución nacional que aborde el problema de manera integral, reconociendo que es un desafío que trasciende las fronteras estatales.
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¿Cómo opera esta red criminal en la calles de Estados Unidos?
El jefe de detectives del NYPD, Joseph Kenny, describió esta empresa criminal como una organización sofisticada formada por inmigrantes. La cadena de robos comienza con un individuo llamado Víctor Parra, quien solicita teléfonos a través de las redes sociales. Luego, los miembros de la organización se dedican a robar los dispositivos. Los conductores de ciclomotores ganan hasta $100 al día, mientras que los que roban los teléfonos pueden ganar hasta $600 diarios.
Una vez que los teléfonos se entregan a Parra, este utiliza a personas con habilidades informáticas para hackearlos, robar dinero de instituciones financieras y realizar transacciones ilegales. Cuando el dinero se agota o el teléfono ya no puede ser utilizado, Parra los envía a Colombia para ser reprogramados.
Durante el registro en la casa de Parra, se encontraron al menos 22 teléfonos robados. Aunque algunos de los colaboradores de Parra fueron arrestados, incluyendo a la persona encargada de hackear los dispositivos, Parra no se encontraba en el lugar de los hechos. Sin embargo, las autoridades confían en que el grupo de trabajo regional sobre fugitivos del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos lo localizará pronto.
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