Cada vez resta menos tiempo para que se celebren las elecciones presidenciales en Estados Unidos. En un 2024 donde la mitad del mundo estaba llamada a las urnas, son precisamente los comicios de esa nación uno de los que más importancia tiene en el orbe, por el peso de Estados Unidos, tanto económico como militar, más allá de sus fronteras.
Por lo tanto, no es extraño que a estas alturas los ojos de la comunidad internacional se coloquen, poco a poco, en Estados Unidos, donde se repetirá el duelo entre Donald Trump y Joe Biden. Tanto el republicano como el demócrata persiguen un mismo objetivo, pero cada uno en condiciones muy diferentes.
Donald Trump sabe moverse como pez en el agua en medio de las polémicas. La máxima «que hablen, bien o mal, pero que hablen» le funciona a la perfección. Por tanto, no es de extrañar que cada día se encuentre más cerca de regresar a la Casa Blanca. Toda vez que muchos lo consideran favorito frente a Biden.
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Estados Unidos entre Joe Biden y Donald Trump
Para el actual mandatario, el panorama no es alentador. Las dificultades económicas de su país, el conflicto entre Israel y palestina y sus políticas migratorias, solo por citar algunas cuestiones fundamentales, lo han colocado en el centro de las críticas. A ello se suma el recién iniciado juicio contra su hijo, Hunter Biden.
“Por primera vez en la historia de Estados Unidos, un expresidente que es un delincuente convicto ahora busca el cargo de presidencia (…) Pero por muy inquietante que sea, más dañino es el ataque total que Donald Trump está dando al sistema de justicia estadounidense”. Así se expresó Biden en un evento de recaudación de fondos en Greenwich, Connecticut.
Para muchos, sus palabras son producto de la impotencia. Eso -consideran algunos- tras ver como pierde terreno con un Donald Trump que ha sacado provecho hasta de su juicio penal. No obstante, lo que resulta evidente es que la campaña electoral sube de tono, mientras se acerca el gran día del debate electoral.
