En Estados Unidos, la llegada del cambio de horario es un evento que marca el inicio de la primavera y afecta la rutina de millones de personas. Esta práctica, que ha sido objeto de críticas y debates sobre su efectividad, se llevará a cabo nuevamente en este 2025. El próximo domingo 9 de marzo, a las 2:00 a.m., los relojes se adelantarán una hora, dando inicio al Horario de Verano o Daylight Saving Time (DST). Este ajuste permanecerá en vigor hasta el 2 de noviembre de 2025, cuando se revertirá al horario estándar.
Sin embargo, no todos los estados adoptan el horario de verano. Hawái, por ejemplo, permanece en horario estándar durante todo el año debido a su ubicación ecuatorial, donde la variación de luz es mínima. Del mismo modo, Arizona, excepto en la Nación Navajo, no participa en esta práctica, buscando evitar días más largos y calurosos. También, territorios de EE.UU. como Puerto Rico, las Islas Vírgenes, Guam y Samoa Americana optan por mantener el horario estándar.
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Beneficios del cambio de horario en Estados Unidos
A pesar de las voces en contra, el horario de verano presenta beneficios significativos. Permite un mayor aprovechamiento de la luz solar, lo que reduce la dependencia de iluminación artificial y contribuye al ahorro energético, especialmente durante las horas pico. Además, fomenta un estilo de vida más activo, alentando a las personas a disfrutar de actividades al aire libre. Sectores como el turismo y la hostelería también se benefician del aumento en las actividades sociales que trae consigo esta temporada.
Posteriormente, el domingo 2 de noviembre de 2025, Estados Unidos volverá al horario estándar, conocido como horario de invierno. En esta ocasión, a las 2:00 a.m., los relojes se atrasarán una hora, marcando el fin del horario de verano y el inicio de días más cortos y con menos luz solar en las tardes. Aunque el debate sobre la relevancia del horario de verano continúa, esta modificación anual sigue siendo una oportunidad para que los ciudadanos ajusten sus horarios, siendo una tradición que, a pesar de las críticas, permanece arraigada en la cultura estadounidense.