En medio de un clima electoral candente, las campañas de Kamala Harris y Donald Trump se encuentran en una intensa lucha por captar el apoyo de los votantes latinos en Pensilvania. Este estado, crucial para la contienda presidencial, ha visto un aumento significativo en su población hispana, lo que lo convierte en un campo de batalla estratégico que podría definir las próximas elecciones en Estados Unidos.
Este miércoles, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, hizo una parada en el restaurante Mofongo, de propiedad puertorriqueña, para hablar con los votantes latinos. En un ambiente festivo, Walz enfatizó que la clave del éxito en las elecciones reside en la capacidad de movilizar a los votantes en este “muro azul», informó CNN.
Mientras, a pocas manzanas de distancia, la oficina de campaña de Trump vibraba con actividad; y los simpatizantes latinos del expresidente, atendían llamadas en inglés y español, una estrategia que denotó la importancia de este segmento electoral.
Te puede interesar: Estados Unidos: Kamala Harris «en la cuerda floja» a un mes de las elecciones
Estados Unidos: Candidatos necesitan voto latino
Según datos recientes, más de un millón de latinos residen en Pensilvania. De ellos, 615,000 están habilitados para votar, por lo que, si bien el estado sigue siendo predominantemente blanco, los hispanos constituyen un sector importante de la población latina. Precisamente en 2020, Biden ganó en Pensilvania por un estrecho margen, fruto de un sólido respaldo latino.
Sin embargo, recientes encuestas sugieren que Harris, aunque lidera en popularidad entre los votantes latinos a nivel nacional, enfrenta una disminución en su margen de apoyo en comparación con anteriores candidatos demócratas. Esto ha llevado a su campaña a implementar diversas estrategias para reforzar este respaldo, incluyendo anuncios en radio en español y eventos enfocados en esta comunidad.
Por su parte, Trump también busca conectar con los votantes latinos, buscando el apoyo de figuras del reggaetón como Nicky Jam y Anuel AA. Una muestra de que, en un estado donde cada voto cuenta, ambos candidatos están dispuestos a invertir recursos significativos para asegurar el apoyo de este creciente y vital grupo electoral.