Estados Unidos se encamina a vivir lo que posiblemente sea la jornada más importante de la nación, el próximo 5 de noviembre. El expresidente Donald Trump, y la actual vicepresidenta, Kamala Harris, se disputan la Casa Blanca en una cerrada contienda que confirma la polarización en el país.
Para muchos Donald Trump es el candidato del pueblo. Protagonista de una atípica campaña donde ha sufrido, al parecer, tres intentos de magnicididio. Además, el primer juicio penal en la historia de un expresidente y, aun así, sigue siendo la esperanza de millones de norteamericanos, que lo consideran la mejor opción para la economía y la seguridad de Estados Unidos.
Harris, por su parte, logró despertar las esperanzas demócratas, pérdidas ante la desastrosa presentación de Joe Biden en el único debate electoral en el que participó. La vicepresidenta ofrece una imagen más renovada de la política en el país, y -dice-pondrá el foco en las oportunidades para la clase media.
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El futuro de Estados Unidos en estados claves
“Los votantes urbanos y rurales de Wisconsin, los trabajadores de servicios de Las Vegas (Nevada), los latinos de Arizona, las comunidades afroamericanas de Georgia, los árabes americanos de Míchigan, las mujeres de las afueras de Charlotte (Carolina del Norte) y casi cada habitante de Pensilvania tienen las llaves de la Casa Blanca. Pero el resultado dependerá de unas decenas o cientos de miles de votos en un puñado de Estados clave”, reseñó El País.
Precisamente Georgia y Carolina del Norte, dos de los estados más disputados, inician esta semana la votación anticipada en persona. Este último marcado por el paso del Huracán Helene, que provocó grandes pérdidas en el territorio.
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— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 12, 2024