El 2024 pudiera ser un año complicado para los Estados Unidos y no precisamente por ser bisiesto. Al menos así se augura dada la montaña rusa de acciones y disposiciones que un año electoral puede generar.
Y es que aunque aún no se definen los candidatos por ninguno de los dos partidos políticos, pronto tocará ir mostrando las cartas. Desde ya, entonces, comienza la contienda por darle al pueblo lo que quiere. Al menos en palabras y discursos.
Bien lo sabe el actual presidente Joe Biden. Tras ser la otra cara de la moneda en las elecciones más históricas del país norteño, su mandato ha ido en picada. Quien iniciara con un índice de aprobación del 54 % por ciento, hoy se encuentra al 33 %. Y aunque en cifras pudiera no parecer mucho, su significado sí es bien importante. Implica que solo tres de cada diez americanos apoyan la gestión del actual mandatario.
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Es precisamente en el punto de la inmigración, uno de los más polémicos, en el que el presidente intenta volver a tomar fuerzas. Con la intención de reelegirse para un segundo mandato, a sabiendas de que sus posibilidades son pocas, en torno a este tópico ha enfocado sus más recientes declaraciones.
Biden aseguró que estaría dispuesto a cerrar la frontera Estados Unidos- México
«Un proyecto de ley bipartidista sería bueno para Estados Unidos, ayudaría a arreglar nuestro deteriorado sistema de inmigración y permitiría un acceso rápido a quienes merecen estar aquí, y el Congreso tiene que conseguirlo».
Esta afirmación de Biden es hoy replicada por diversos medios. De acuerdo con lo expuesto por el presidente, si los legisladores le enviaran un proyecto de ley sobre seguridad fronteriza, él cerraría la frontera con México. Pero para que esto se lleve a cabo necesita el voto de los republicanos. En tanto, se presume que Donald Trump exigió a los legisladores de su partido no dar su aprobación para evitar a Biden un triunfo en año electoral.
Por otro lado, Biden y el estado de Texas están envueltos en una lucha por ver quién puede más. Las autoridades locales no han permitido el pase de la Patrulla Fronteriza pese a las órdenes de Washington. Su alegato es que ellos se están encargando de la vigilancia fronteriza sin necesidad de una intervención federal.
Y mientras esto ocurre el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador desestimó la declaración de Biden. En su conferencia matutina de este lunes el dignatario explicó que no sería viable dada la integración comercial entre ambas naciones.