Donald Trump hizo historia el pasado mes de abril, tras convertirse en el primer expresidente de Estados Unidos en enfrentar un juicio penal. Los pagos de silencio a la actriz de cine para adultos, Stormy Daniels, han colocado al magnate frente a una situación sin precedentes.
De hecho, ya la actriz ofreció sus declaraciones. Y, si bien la defensa intentó dejarla mal parada, los analistas de su testimonio dijeron que se mostró firme y segura. Además, no escatimó en detalles sobre sus encuentros íntimos con Trump. A esta declaración se suma la de Michael Cohen.
El exabogado de Trump también testificó, y no dejó a quien fuera su cliente bien parado. Aún así, no hay indicios de que la popularidad del esposo de Melania se haya visto disminuida. Por tanto, el dueño de Truth Social mantiene su paso firme en el camino de regreso al Despacho Oval.
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Estados Unidos frente a la inmigración
Cuando se acercan momentos claves de las campañas electorales de ambos candidatos, vuelven a estar sobre la mesa temas acuciantes para la nación. Entre ellos no falta la inmigración, uno de los tópicos que generan mucha polarización entre los votantes. Aún así Trump no ha tenido reparos en mostrar sus proyecciones en este sentido.
El republicano ha prometido lanzar una ofensiva sin precedentes contra la inmigración e incluso llevar a cabo deportaciones masivas. Recientemente aseguró a TIME que su objetivo sería deportar entre 15 y 20 millones de personas, tal vez utilizando la Guardia Nacional. No obstante, los expertos en el tema no están tan seguros de que esto sea bueno.
“Si cualquiera de los partidos se excede en la reducción del flujo de trabajadores, es probable que enfrentemos una grave escasez de trabajadores y un nuevo episodio de inflación. Se reduciría la tasa de desempleo al 3% y los salarios se dispararían. Obtendríamos la inflación clásica”. Así señaló a CNN el economista Joe Brusuelas