Después de un invierno excepcionalmente cálido el año pasado, la madre naturaleza parece decidida a revivir los rigores de la estación invernal en Estados Unidos. Una serie de potentes ráfagas de aire ártico se extenderán por los dos tercios orientales del país en los próximos días, trayendo consigo temperaturas peligrosamente frías que pondrán a prueba la resistencia de millones de personas.
Según CNN, la primera oleada de frío extremo llegó este miércoles al centro-norte del país, con temperaturas máximas que apenas alcanzaron los -12°C en algunas zonas de Montana, Dakota y Minnesota. Este aire gélido se desplazará gradualmente hacia el sur y el este durante el resto de la semana y el fin de semana, afectando a gran parte del país.
En ciudades como Chicago, las temperaturas máximas rondarán los -6°C el viernes, unos 5°C por debajo de lo normal para esta época del año. Mientras tanto, en Kansas City, St. Louis y Cincinnati, es probable que los termómetros no logren superar los 0°C. Las temperaturas mínimas del sábado serán especialmente crudas, con registros de hasta -30°C en el norte de Dakota del Norte.
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Estados Unidos: Precipitaciones y extremo frío
Pero el frío no se detendrá ahí. La próxima semana traerá consigo una segunda ráfaga de aire helado, aún más intensa y peligrosa, que se extenderá por los dos tercios orientales del país. Las temperaturas podrían caer entre 5,5 y 16°C por debajo de lo habitual, creando una sensación térmica extremadamente gélida que pondrá en riesgo a quienes no tengan acceso a calefacción o refugio adecuado, especialmente durante la noche.
Incluso en el sureste, donde rara vez se alcanzan temperaturas bajo cero, es posible que las mínimas desciendan por debajo del punto de congelación a lo largo de la costa del Golfo durante la próxima semana. Ciudades como Nueva Orleans, que normalmente no experimentan estos niveles de frío, podrían ver cómo el termómetro cae por primera vez desde enero del año pasado.
La situación no solo implica un frío intenso, sino que también podría generar precipitaciones invernales. Aunque estas no están garantizadas, los últimos pronósticos del Centro de Predicción Climática destacan que el Medio Oeste, el Noreste y el Sureste son áreas a vigilar la próxima semana. Así, el invierno en Estados Unidos se prepara para un regreso gélido que, sin duda, dejará su huella en el clima y en la vida cotidiana de millones de personas.