Las frases «sueño americano» (American Dream) y «América primero» (America first) son quizás los lemas más característicos de Estados Unidos. Sin embargo, su significado y evolución a lo largo de la historia son mucho más complejos y sorprendentes de lo que se cree comúnmente. Según la experta Sarah Churchwell, autora de «Behold, America: A History of America First and the American Dream», estas frases han estado íntimamente ligadas al capitalismo, la democracia y las cuestiones raciales, fuerzas que han moldeado a Estados Unidos a lo largo de su historia.
El «sueño americano», que inicialmente simbolizaba la justicia social y la igualdad, ha evolucionado a lo largo de los años. En sus inicios, en el siglo XX, se entendía como un ideal de oportunidades equitativas para todos, pero su significado se ha distorsionado, convirtiéndose en un sinónimo de éxito individual y acumulación de riqueza. Respecto a ello, Churchwell destaca que, aunque hoy en día muchos asocian esta frase con el ascenso económico personal, originalmente evocaba principios de justicia social y comunitaria.
Por otro lado, «América primero» tiene raíces políticas que se remontan a antes del siglo XX, pero fue en 1915 cuando el presidente Woodrow Wilson adoptó el lema para promover la neutralidad en la Primera Guerra Mundial. No obstante, con el tiempo, esta frase se asoció a posturas nacionalistas y nativistas que defendían la protección de los estadounidenses «auténticos» frente a los inmigrantes. Incluso, durante la era del Ku Klux Klan, «América primero» se convirtió en un grito de guerra que solo respaldaba a la la supremacía blanca.
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La verdadera esencia de Estados Unidos
En la actualidad, ambas frases siguen resonando en el discurso público, pero no sin controversia. La apropiación de «América primero» por parte de Donald Trump durante su campaña presidencial en 2016 y nuevamente en este 2024, reavivó el debate sobre su significado original. Muchos de sus seguidores lo entendieron como un llamado a priorizar los intereses de Estados Unidos en un contexto de globalización, mientras que otros lo vieron como un eco de divisiones raciales y económicas.
Así, el «sueño americano» y «América primero» no son solo slogans, sino un espejo que revela las luchas internas y las tensiones que han caracterizado a Estados Unidos a lo largo de su historia. Ambos conceptos ponen de manifiesto que el país, a pesar de sus ideales de unidad, ha estado marcado por profundas divisiones desde su fundación. Lo que en un inicio representaba unidad, hoy, para muchos, constituye el mayor reflejo de segregación.