El prestigioso diario The Washington Post decidió tomar distancia de una de las habituales y más polémicas posturas de los medios de prensa en Estados Unidos. Ello, tras anunciar en días pasados que no respaldaría a ningún candidato presidencial en estas elecciones ni en el futuro. Entre críticas y alabanzas el periódico volvió a marcar una pauta dentro del gremio.
“Una fuente con conocimiento del asunto dijo a CNN el viernes que se había redactado un respaldo a la vicepresidenta Kamala Harris antes de que el mismo fuera descartado”, reseñó la multinacional televisiva. En tanto, lo propios periodistas del Post hicieron público que fue su multimillonario propietario, Jeff Bezos, quien orientó dar este paso.
Curiosamente, varios multimillonarios del país han asumido posiciones similares. Recientemente el equipo de Warren Buffett emitió un comunicado al respecto, donde anunciaba que el exitoso empresario no apoyaría a candidato alguno. De igual manera, el cofundador de Microsoft, Bill Gates, tampoco ha ofrecido su respaldo de manera pública ni a Trump ni a Harris.
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Estados Unidos a las puertas de un día definitorio
Según ha trascendido en otros medios de prensa, la situación a lo interno de The Washington Post es, cuanto menos, tensa. Por un lado, hay quienes aplauden esta decisión y se sienten más cómodos sin el «peso» de un respaldo. Para otros, fue una resolución comercial por parte del dueño del periódico. En tanto, el consenso entre los cuestionamientos está en el momento en que se realizó el anuncio, a solo 11 días de las elecciones.
«La decisión, anunciada 11 días antes de una elección que la mayoría de las encuestas muestran como demasiado reñida (…) provocó una inmediata y acalorada condena de una amplia franja de suscriptores, figuras políticas y comentaristas de los medios. Robert Kagan, columnista del Post desde hace mucho tiempo y editor general del departamento de opinión, renunció en protesta, y un grupo de 11 columnistas del Washington Post firmaron conjuntamente un artículo condenando la decisión. Lectores y fuentes enojados inundaron las bandejas de entrada de correo electrónico de numerosos empleados con quejas», dijo el Post
