El 26 de junio de 2024 fue, posiblemente, el día más difícil para Bolivia en lo que va de año. Ello, luego de que el general Juan José Zúñiga, exjefe del Ejército, intentara tomar el control del país por la fuerza, junto a un grupo de militares. Un suceso que, rápidamente, fue catalogado por las autoridades de esa nación, como un intento de golpe de estado.
Los uniformados forzaron con un carro blindado las puertas de la sede del Gobierno boliviano en La Paz, con el objetivo de cambiar al gabinete. Con anterioridad el presidente boliviano, Luis Arce, había advertido sobre “movimientos irregulares” de algunas unidades militares y llamó a respetar el orden constitucional.
Tras los acontecimientos fue nombrado como nuevo comandante general del Ejército, José Wilson Sánchez. En su primera intervención pública Sánchez ordenó a los militares movilizados retornar a sus unidades y aseguró el respaldo al gobierno legalmente constituido. Poco después Zúñiga fue arrestado y la Fiscalía General dispuso el inicio de las acciones legales para comenzar la investigación penal correspondiente.
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¿Autogolpe de Estado en Bolivia?
“ (…) Es lo más parecido a un autogolpe que haya visto». Así expresó el expresidente del país, Carlos Mesa, en entrevista con Fernando del Rincón en Conclusiones. “En cualquier contexto, el desarrollo de esos acontecimientos, que no duraron más de una hora y media exactamente (…) no puede ser considerado como un golpe de estado en serio”, dijo.
La opinión de Mesa parece estar alineada con las declaraciones de Zúniga, quien afirmó haberse reunido con Luis Arce para movilizar vehículos blindados ante el Palacio de Gobierno. Ello, a fin de evitar las protestas de camioneros, con bloqueos de carreteras, previstas para esa semana y que, finalmente, no se dieron.
Por su parte, Luis Arce ha afirmado que no es «un político que quiera ganar popularidad con la sangre del pueblo». Además, ha defendido que Zúñiga actuaba solo.
Ya no queda duda sobre el verdadero golpe que protagonizan el Órgano Judicial y el Ejecutivo contra la Asamblea Legislativa. La sala constitucional del Beni, obediente al gobierno masista, tardó hoy apenas dos horas en ordenar nuevamente la paralización del proceso de…
— Carlos D. Mesa Gisbert (@carlosdmesag) July 1, 2024