En octubre del pasado año, un cocodrilo americano de tres metros acaparó las portadas de no pocos medios locales de Florida. El animal “tomaba el sol del mediodía”, «a la orilla de un canal bordeado de palmeras junto al río Banana, en Satellite Beach». Ello, ante la mirada asustada y curiosa de residentes de los alrededores. Esta escena, contrario a lo que pudiera parecer, no es del todo sorprendente.
Al decir de National Geographic, los cocodrilos americanos suelen vivir en los estuarios de manglares de los Everglades y sus alrededores, a unos 320 km de Banana River. Su área de distribución histórica se extiende por las costas de Florida hasta Cañaveral National Seashore, al noreste de Orlando. No obstante, la pérdida masiva de hábitat había eliminado prácticamente la especie del norte.
De acuerdo con diversas publicaciones, este se distingue de su “pariente”, el caimán, por su morro más alargado y fino, un color más claro y dos largos dientes de la mandíbula inferior que sobresalen cuando tiene la boca cerrada. De igual forma, es menos agresivo y, aunque consta que ha atacado a los humanos, no es algo frecuente. Su dieta se centra en pequeños mamíferos, pájaros, peces o ranas.
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Florida: Cocodrilo huye despavorido tras ladrido de un perro
A esta hora es viral en redes sociales el video de un pequeño cocodrilo que se encontraba casi en la puerta de una vivienda en Florida. Sin embargo, corrió desenfrenado de vuelta al lago, tras escuchar los ladridos del perro de la casa, que “valientemente” salió al encuentro del reptil. El audiovisual desató miles de reacciones en Instagram. Por un lado, las risas de quienes encontraron graciosa la veloz huida del cocodrilo. Por el otro, el temor de quienes vieron el animal e imaginaron lo peor.
“Ni que me la regalen vivo en esa casa”, comentó la usuaria Guillermina Rivera. No obstante, es claro que esta no es una escena atípica en la Florida, y por tanto, los residentes se han adaptado a la compañía del “lagarto”. Aún así, varios medios de prensa destacan que el cocodrilo americano se considera una especie en peligro en casi todas las regiones de las Américas. Y, aunque varios países ha aprobado leyes protectoras, en pocos estas se cumplen.