El escenario de los Juegos Olímpicos de París 2024 se convirtió en un crisol de controversia cuando la banda de heavy metal Gojira tomó el mando. Interpretando una versión metálica del himno revolucionario «Ah, Ça Ira», el cuarteto francés desencadenó un espectáculo que incluyó una representación de la decapitación de Marie Antoinette.
La actuación, que tuvo lugar el 26 de julio, deslumbró al público con efectos pirotécnicos y una puesta en escena impactante. En una entrevista exclusiva con Rolling Stone, Joe Duplantier, vocalista y guitarrista de la banda, reveló que la intención detrás de su presentación era simplemente «mostrar de qué se trata el metal».
«Queríamos mostrar la esencia del metal. Nos propusimos representar la crudeza y la intensidad del género, desplegando doble bombo, gritos apasionados, momentos épicos y un cambio de ritmo final», declaró la agrupación.
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Gojira enfrenta lluvia de críticas y especulaciones
Tras numerosas especulaciones sobre posibles connotaciones satánicas, la banda aseguró que su actuación no tenía ninguna conexión con lo demoníaco y explicó que el Comité Olímpico había contactado tanto a Gojira como al compositor Victor Le Masne con meses de antelación. Aclaró, además, que la elección de la canción fue una decisión del equipo organizador.
Según sus declaraciones, adaptándose a las directrices establecidas, Gojira trabajó arduamente para fusionar su estilo con la atmósfera de los Juegos Olímpicos. Para lo cual, el proceso de preparación involucró ensayos en Nueva York con músicos clásicos franceses y desafíos técnicos como tocar bajo la lluvia a gran altura.
A pesar de las críticas y las controversias en línea, la banda considera que su participación en los Juegos Olímpicos fue una oportunidad para mostrar el metal en un escenario tan prestigioso. Con un enfoque en la laicidad y la historia de Francia, Gojira espera que su actuación haya dejado una impresión duradera y positiva en el público. «Quizás ahora la gente pueda apreciar el metal de una manera distinta», reflexionó