La multinacional Google acaba de agenciarse una seria derrota ante los tribunales en Estados Unidos. Según determinó un juez federal, la corporación infringió la ley antiminopolio de la nación. Con este veredicto pudiera ponerse en riesgo el dominio del gigante tecnológico en el ciberespacio. Además, deja margen a que puedan sobrevenir cambios en la forma en la que millones de norteamericanos acceden a la información en línea.
El juez Amit Mehta, del Tribunal del Distrito de Estados Unidos explicó que su conclusión se basó en evidencias de que Google es un monopolio y ha actuado en función de mantener su estatus. Ello ubica a la empresa en directa violación de la Sección 2de la ley Sherman. Esta normativa, existente desde 1890, prohíbe todo contrato, combinación o conspiración que restrinja el desarrollo natural del comercio.
Según trascendió en las investigaciones, Google a lo largo de los años ha gastado millones de dólares en contratos exclusivos. Los mismos le han permitido posicionarse por delante de compañías como Bing, Microsoft y DuckDuckGo, algunaa de sus competidoras. Con ello, además, Google se garantizó una posición dominante como el buscador por defecto de los teléfonos inteligentes y los navegadores web.
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Google: una derrota judicial que pone en riesgo su supremacía
Acuerdos exclusivos con Apple y otras plataformas relevantes, así como el cobro de precios elevados por publicidad de búsqueda son algunas de las actividades que reflejan el comportamiento anticompetitivo que se le señaló a Google. En tanto, el juez no dictaminó que la corporación tecnológica tenga un monopolio también sobre los anuncios en línea. No obstante, el resultado de este juicio brinda cierta esperanza a otras demandas del gobierno de Estados Unidos contra los gigantes tecnológicos.
Desde la propia Casa Blanca se celebró la decisión emitida. La secretaria de Prensa de la administración Biden aseguró que como ha expresado el presidente y la vicepresidenta y actual candidata demócrata Kamala Harris, “ los estadounidenses merecen una Internet que sea libre, justa y abierta a la competencia”.
Las consecuencias para Google pudieran tardar años, pues es poco probable que la empresa no presente recursos de apelación. Sin embargo, especialistas apuntan a que la empresa podría verse obligada a incorporar una pantalla de elección. Dicha herramienta forzaría a Google a informar a los usuarios sobre otros motores de búsqueda disponibles.
