La noticia del fallecimiento de Ismail Haniyeh, un destacado dirigente político de Hamas, en Teherán, ha sacudido el panorama del conflicto palestino-israelí. Haniyeh, de 62 años, había emergido como uno de los líderes más visibles de la organización durante la reciente confrontación con Israel en Gaza.
Haniyeh formó parte de Hamas durante décadas, liderando las operaciones políticas del grupo desde el exilio en los últimos años. Medios estatales de Hamas e Irán informaron este miércoles sobre su muerte. Según CNN, la versión de Hamas sugiere que su residencia fue el escenario de una incursión israelí fatal. Sin embargo, el Ejército israelí ha optado por el silencio al respecto.
La pérdida de Haniyeh supone un duro golpe para Hamas en un momento de recrudecimiento de las tensiones en Medio Oriente. Como figura clave en las conversaciones con mediadores internacionales, Haniyeh había sido un interlocutor crucial durante las estancadas negociaciones sobre rehenes y alto el fuego entre Israel y Hamas.
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Ismail Haniyeh: Una baja crucial
Nacido en un campo de refugiados cerca de Gaza, Haniyeh se unió a Hamas a finales de la década de 1980, durante la Primera Intifada. Tras ser encarcelado y deportado, ascendió en las filas de la organización, convirtiéndose en 2017 en el jefe político del grupo, designado como «terrorista global» por Estados Unidos.
En los últimos meses Haniyeh había desempeñado un papel fundamental en las negociaciones sobre el fin de la confrontación en Gaza, en la que al menos 1.200 combatientes de Hamas murieron y 200 fueron tomados como rehenes. Pese a las tensiones, se había mostrado dispuesto a llegar a un acuerdo si Israel se retiraba del enclave.
La muerte de Haniyeh en Teherán plantea interrogantes sobre el futuro de estas complejas negociaciones, que ahora enfrentan un revés significativo. Analistas advierten que tendrá una «influencia sustancial» en el curso del conflicto, en un momento en que las partes intercambian culpas y las esperanzas de un acuerdo parecen cada vez más lejanas.