Rosalynn y Jimmy Carter conformaron una de las historias de amor más duraderas y conmovedoras de la historia política estadounidense. Su unión, forjada desde la infancia en la pequeña localidad de Plains, Georgia, se mantuvo sólida a lo largo de 77 años de matrimonio, convirtiéndose en la pareja presidencial que más tiempo permaneció casada en la historia de Estados Unidos.
Desde que se conocieron siendo niños, Rosalynn y Jimmy compartieron una conexión especial. Ella, según sus propias palabras, lo consideraba «el joven más guapo» que había visto. Sin embargo, Rosalynn rechazó la propuesta de matrimonio de Jimmy para cumplir una promesa de estudio con su padre fallecido. Luego, tras graduarse de la universidad, finalmente aceptó y se casaron en 1946, cuando ella tenía 18 años y él 21.
Durante su presidencia, de 1977 a 1981, Rosalynn no solo ocupó el papel de primera dama, sino que se convirtió en una compañera invaluable para Jimmy. Como su compañera se destacó en la defensa de la reforma de la salud mental y fue una voz activa en la promoción de políticas sociales. Múltiples veces Jimmy Carter reconoció su contribución y la describió como su “arma secreta” dada la influencia decisiva que ejerció Rosalynn en su carrera.
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Juntos hasta el final
La conexión entre ellos fue más allá de lo personal; mantenían una comunicación constante, incluyendo almuerzos semanales donde discutían los problemas del país. Este diálogo continuo fortaleció su relación y les permitió enfrentar juntos los desafíos de su mandato.
Tras dejar la Casa Blanca, Rosalynn y Jimmy redefinieron la pospresidencia, trabajando incansablemente por la paz mundial y los derechos humanos a través del Centro Carter, la organización que fundaron. Viajaron juntos a lugares conflictivos, monitoreando elecciones y combatiendo enfermedades tropicales, una labor que le mereció a Jimmy Carter el Premio Nobel de la Paz en 2002.
Cuando la salud de Rosalynn comenzó a deteriorarse debido a la demencia, Jimmy tomó la emotiva decisión de ingresar a cuidados paliativos en su hogar, renunciando a tratamientos médicos adicionales para poder estar al lado de su amada esposa. Su prioridad se convirtió en disfrutar de cada momento juntos, reflejando el profundo amor y respeto que siempre compartieron.
Así, la historia de Rosalynn y Jimmy Carter no solo es un relato de amor, sino también un legado de resiliencia y compañerismo. Ellos, que a lo largo de sus vidas enfrentaron juntos los triunfos y altibajos, mostraron que el verdadero amor puede perdurar hasta el final, superando incluso los desafíos más difíciles
Former President Jimmy Carter, whose journey from barefoot Georgia farm boy to Nobel Prize-winning humanitarian became a classic American story, has died at 100 https://t.co/i8jTTJ9KZr pic.twitter.com/GzH6nMeVXF
— TIME (@TIME) December 29, 2024