Con su futuro cada vez más cuestionado, Joe Biden se reunió esta semana con líderes demócratas en la Casa Blanca. Aunque el presidente de Estados Unidos se mantiene en campaña por la reelección, lo cierto es que las dudas sobre su continuidad aumentan cada vez más. A tal punto que la prensa internacional ya ha comenzado a analizar posibles sustitutos.
No obstante, Biden quiere «terminar el trabajo». Y, al parecer, para poder hacerlo necesita más descanso. O al menos eso fue lo que afirmó a los directivos de su partido. Eso, en un intento por ofrecer «soluciones» a la decadencia que ha mostrado no pocas veces en su mandato. Pero sobre todo, en una jornada tan significativa como el primer debate electoral.
En palabras de CNN, Biden dijo en la reunión que parte de su plan a futuro es dejar de programar eventos después de las 8 p.m. para poder dormir más. Una «estrategia» que «buscaba tranquilizar a un grupo de más de 20 líderes estatales sobre su capacidad para derrotar al expresidente Donald Trump en noviembre y gobernar eficazmente durante otros cuatro años»
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Joe Biden no aplaca las dudas
«Los comentarios del miércoles fueron un duro reconocimiento de fatiga por parte del presidente de 81 años durante una reunión destinada a tranquilizar a más de dos decenas de sus partidarios más importantes de que todavía tiene el control de su trabajo y es capaz de montar una campaña robusta contra el expresidente Donald Trump». Así reseñó The New York Times la información al respecto.
La edad siempre ha sido uno de los grandes obstáculos de Biden, pues es la persona más longeva en llegar a su cargo. Sin embargo tras tres años y medio en la presidencia, su imagen en este sentido no ha hecho más que empeorar. Caídas, olvidos, errores, «pausas extrañas «… todo eso ha desatado las especulaciones sobre sus capacidades físicas y mentales para asumir la responsabilidad que cae sobre sus hombros.
A todo esto se suma que tiene como rival republicano a Donald Trump. El magnate newyorkino es cada vez más popular y, como casi siempre, tras cada polémica obtiene una nueva victoria. Si bien las encuestas aun reflejan paridas entre ambos, lo cierto es que la balanza poco a poco se inclina hacia un lado.