Ni la lluvia fue impedimento para que este 26 de julio Francia fuera protagonista, con el mundo como testigo, de la inauguración de los 33 Juegos Olímpicos. En la cita deportiva que cada cuatro años reúne a lo mejor del orbe competirán en esta edición 10 700 atletas apróximadamente en 32 disciplinas.
Este año el foco de los medios no solo estuvo en el espectáculo inicial o las delegaciones, sino también en el respaldo que varias de las monarquías existentes le ofrecieron a sus respectivos equipos. Y es que por regla general, los ciudadanos de cada país se vuelcan por entero a animar a sus representantes durante los Juegos Olímpicos. Lo que sí es casi una novedad es que los royals del mundo se hayan sumado.
En el propio acto inaugural estuvieron presentes los reyes de España, Felipe VI y Letizia, quienes bajo impermeables saludaron el paso de su delegación. Además los soberanos de Dinamarca, Mary Donaldson y Federico X y los de Mónaco, Alberto y Charlene, así como Guillermo Alejandro y Máxima, soberanos de Países Bajos y Felipe y Mathilde de Belgica estuvieron entre los invitados.
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Juegos Olímpicos 2024: los royals apoyan a sus equipos
Antes de que diera la arrancada oficial a los Juegos Olímpicos París 2024, la Casa Real de España dio una sorpresa a su comitiva. Reunido en la Embajada de España en la capital francesa con algunos de los atletas participantes, el monarca Felipe VI aseguró que durante todo el evento se contará con la presencia por relevos de cinco miembros de la monarquía, incluyéndose.
En tanto, los soberanos de Países Bajos junto a su hijas, las princesas Amalia y Alexia disfrutaron al máximo la final de Mountain Bike, una de las primeras competiciones de estos Juegos Olímpicos. Aunque su representante no logró subirse al podio, los royals dieron rienda suelta a sus emociones como pocas veces ocurre entre tanto protocolo. Así mismo los reyes de Bélgica aprovecharon para hacerse fotos con el equipo de remo, sus primeros medallistas y celebraron la visctoria belga en el hokey sobre hierba.
A diferencia de estos, la familia real británica, una de las monarquías más importantes del mundo, se han mantenido discretamente apartada del magno evento deportivo. El apoyo de los royals a sus delegaciones representa sin duda una de las mayores muestras de la relevancia de los Juegos Olímpicos en pleno 2024.
