Si nada irrumpe el curso «normal» de la convulsa escena política norteamericana, el próximo mes de septiembre Donald Trump y Kamala Harris tendrán su primer (y tal vez) único cara a cara. El debate electoral, hasta ahora pactado para el 10, será definitivo para ambos aspirantes a la presidencia del país.
Donald Trump ya saboreó una victoria por KO frente a Joe Biden. En el memorable careo del 27 de junio el republicano, literalmente, sacó a Biden de la carrera por la reelección. En contraste, su imagen salió más fortalecida y su camino de regreso al Despacho Oval se despejó un poco más. No obstante, el cambio de rival ha vuelto a poner más apretada la contienda.
Kamala Harris tuvo un inicio de campaña esplendoroso. Y, al parecer, los demócratas han vuelto a soñar con seguir al frente del país. Sin embargo, Harris necesita más que la risa para ganar un debate. Máxime cuando ha sido tan esquiva con la prensa y tan poco concreta en las proyecciones que tiene para el país de lograr el milagro en noviembre próximo.
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Donald Trump cuestionó a Kamala Harris
«Kamala Harris no pondrá fin a la crisis económica. Solo la empeorará. ¿Y por qué no lo ha hecho? Ella habla de eso. Está haciendo un plan. Ya saben, lo anunciará esta semana, tal vez. Está esperando que yo lo anuncie, para poder copiarlo». Con ironía, el magnate cuestionó los «súper logros» de la administración Biden-Harris. Durante un evento de campaña este miércoles en Asheville, Carolina del Norte, el expresidente advirtió que si la demócrata se convierte en presidenta, «el país no se recuperará nunca». «Durante casi cuatro años, Kamala ha reído a carcajadas mientras la economía estadounidense se iba quemando».
