El cambio climático, las epidemias y las guerras son algunas de las razones para creer que el fin del mundo está cerca. Si llegara pronto el apocalipsis, no son pocos los millonarios que se preparan para sobrevivirlo. De acuerdo con diversos medios, el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, está construyendo un bunker de lujo para ello. Con cerca de 5 mil pies cuadrados y un costo aproximado de 270 millones de dólares, la fortaleza de Zuckerberg se ubica en Hawai.
La demanda de estos bunkers para millonarios ha favorecido a las compañías constructoras de refugios. En tanto, ahora ofrecen lujos como piscinas y teatros privados para que la élite disfrute en caso de catástrofes.
Peter Thiel, el billonario cofundador de Pay Pal también pretendió construir un bunker en una isla al sur de Nueva Zelanda. Sin embargo, a este ni sus millones le garantizaron la aprobación del consejo local.
Bunkers de lujo: Mark Zuckerberg optó por el negocio de la supervivencia
Además de estos bunkers individuales, las compañías aprovecharon para lanzar otros proyectos en los que los ricos inviertan. Survival Condo es una de las opciones de bunker de lujo para quien lo pueda costear.
Sus paquetes ofrecen unidades de 1820 pies cuadrados por tan solo 3 millones de dólares. Y según el sitio web de la compañía, son mucho más que una unidad de supervivencia. Por ejemplo, cuentan con diseños interiores personalizados y acceso computarizado al sistema. También, incluye en áreas generales servicios de spa, centro médico, librería, bar, tienda, gimnasio y piscina.
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Otra de las empresas que ha emergido ante este mercado es Vivos Global Shelter Network. Esta compañía se autodescribe como el plan de repuesto para la humanidad. Sus bunkers bajo tierra dicen ser complejos diseñados para sobrevivir o mitigar cualquier catástrofe. Ante la posibilidad de un tsunami, erupción volcánica, desastre nuclear o terremoto, estos bunkers se venden como la solución.
Los millones de Mark Zuckerberg, Jeff Bezos, Oprah o las Kardashian parecen ser entonces la respuesta a los desastres. O mejor aún, la garantía de la vida.
