La trágica muerte del icónico actor de «Friends», Matthew Perry, ha sacudido al mundo del entretenimiento con revelaciones impactantes. Documentos judiciales han confirmado que Perry falleció el 28 de octubre de 2023 debido a los “efectos agudos del uso de ketamina”, lo que desencadenó su fatídico ahogamiento.
En sus memorias lanzadas en 2022, tituladas «Friends, Lovers and the Big Terrible Thing», Perry abordó abiertamente su experiencia con la ketamina. Describió su terapia con esta sustancia para tratar la depresión de una manera gráfica, comparándola con ser golpeado en la cabeza con una pala feliz, una analogía impactante que revela la intensidad de sus vivencias.
Durante las sesiones intravenosas de ketamina y Ativan, el actor confesó sentirse como si estuviera al borde de la muerte, experimentando visiones y una profunda disociación. A pesar de haber considerado inicialmente esta terapia como un gesto romántico, como él mismo lo describió, Perry finalmente llegó a la conclusión de que la ketamina no era buena para él, destacando las secuelas desagradables que experimentó.
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¿Matthew Perry realmente logró superar la ketamina?
A pesar de estos efectos adversos, Perry había afirmado en 2022 que ya no consumía drogas y que deseaba compartir su historia «cuando estuviera a salvo de volver al lado oscuro». Incluso reveló haber superado problemas de salud graves en 2018, incluida una neumonía y una ruptura de colon que lo llevaron a pasar dos semanas en coma.
Sin embargo, fuentes cercanas sugirieron que el actor estaba «fuera de control con su adicción» antes de su fallecimiento, contradiciéndolo. Los documentos judiciales revelan que su asistente, Kenneth Iwamasa, admitió haber inyectado repetidamente a Perry con ketamina sin formación médica, lo que finalmente le costó la vida.
Este trágico caso involucra a múltiples personas, incluyendo a dos médicos acusados de vender la droga al artista, y a una mujer apodada «La Reina de la Ketamina», quien presuntamente le proporcionó la dosis fatal. La fiscalía destacó que estos implicados «estaban más interesados en obtener beneficios de Perry que en cuidar su bienestar».
