La reconocida filántropa Melinda French Gates explicó públicamente las razones detrás de su renuncia a la Fundación Bill y Melinda Gates, así como sus futuros planes en el ámbito filantrópico. En un artículo publicado en The New York Times, French Gates reveló que su decisión fue motivada por la reciente controversia en torno al derecho al aborto en Estados Unidos y su deseo de apoyar los derechos reproductivos en su propio país.
Tras su renuncia a la Fundación Bill y Melinda Gates a principios de este mes, Melinda, una de las filántropas más acaudaladas del mundo, anunció que el 7 de junio marcará su último día en la organización que co-fundó hace más de dos décadas. En virtud de su acuerdo de divorcio, recibió una notable suma de 12.500 millones de dólares por su labor posterior a la dimisión en la Fundación Gates.
Aunque había insinuado previamente que sus esfuerzos filantrópicos se enfocarían en el empoderamiento de mujeres y niñas, French Gates reveló los primeros detalles de su nuevo plan este martes, sin entrar en especificaciones concretas.
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El nuevo enfoque de Melinda French Gates
French Gates destacó que su enfoque filantrópico se basará en ampliar las perspectivas y abordar las desigualdades de género. Asimismo criticó la falta de apoyo destinado a mujeres y niñas en las donaciones en Estados Unidos, y subrayó que invertir en la salud de la mujer no solo tiene un impacto social significativo, sino que también contribuye al crecimiento económico mundial.
De igual forma expresó su preocupación por la falta de financiación en Estados Unidos para las organizaciones que defienden los derechos de las mujeres. Especialmente después de la decisión de la Corte Suprema de permitir a los estados decidir sobre el derecho al aborto. Con el objetivo de equilibrar esa balanza, French Gates anunció que donará $1.000 millones a través de su organización, Pivotal Ventures, para promover los derechos de la mujer en todo el mundo.
Además, French Gates asignará $250 millones en subvenciones a organizaciones que trabajan para mejorar la salud mental y física de las mujeres. Buscando una perspectiva innovadora, también otorgará $240 millones a un grupo de 12 defensores y líderes influyentes. Entre ellos la ex primera ministra neozelandesa Jacinda Ardern y la activista afgana por la educación de las mujeres Shabana Basij-Rasikh. Estos líderes tendrán la libertad de distribuir los fondos a organizaciones que consideren que están llevando a cabo un trabajo importante y urgente en beneficio de la salud de las mujeres.
