Las venideras elecciones presidenciales del 2 de junio en México serán históricas. Por un lado se prevé que sean las más grandes alguna vez vistas. Autoridades electorales vaticinan la afluencia de cerca de 98 millones de votantes. En tanto, aunque no son las únicas candidatas, sí cuenta, por primera vez en la historia de la nación, con dos mujeres al frente de los principales partidos.
Ese dato estimuló a la opinión especializada. Su postura se inclina porque la cabecera del Palacio Nacional mexicano será ocupada por Claudia Sheinbaun o Xóchitl Gálvez. De resultar así, sería la primera vez que el gobierno estaría dirigido por una mujer. Junto a ellas, el diputado Jorge Álvarez Máynez, por el Movimiento Ciudadano, queda relegado a un tercer puesto con pocas probabilidades de una remontada en los comicios.
¿Quiénes son las dos mujeres aspirantes a la presidencia de México?
Son estas dos féminas las primeras en aspirar a la presidencia de la nación. Ya con anterioridad otras seis se habían postulado. Sin embargo, sí tienen el mérito de ser las primeras que logran consensuar el apoyo necesario para estar a un paso de la presidencia.
La izquierdista de 61 años Claudia Sheinbaun es la candidata por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Licenciada en Física, es una reputada funcionaria pública, con varios cargos en su haber, destacando el de jefa de Gobierno de la Ciudad de México de 2018 a 2023. En su campaña ha prometido continuar con los programas sociales y de desarrollo económico impulsados por el actual mandatario Andrés Manuel López Obrador.
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Por su parte, Xóchitl Gálvez, al frente de la oposición, es la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México (anteriormente Frente Amplio), que agrupa a los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD). El discurso de quien se desempeñó como senadora entre 2018 y 2023 está basado en pilares como fomentar la inversión extranjera e intensificar el combate al narcotráfico. Cabe destacar que en su primer mitin de esta campaña Gálvez expresó «¡Se acabaron los abrazos a los delincuentes!», una frase que va en contra de la política del actual presidente de atender las causas del problema, más que optar por la mano dura contra el crimen organizado.
