El proceso electoral 2023-2024 cimentó su estatus como el más violento de la historia moderna de México. Así lo confirmó la firma Integralia Consultores en su balance final del proceso. El mismo comprendió desde septiembre pasado hasta las elecciones generales del 2 de junio en las que Claudia Sheinbaum se alzó con la presidencia del país azteca.
De acuerdo con el informe presentado por la empresa, se cuantificaron un total de 889 víctimas. Además, el nivel de violencia incrementó significativamente con respecto a los procesos electorales vividos en 2018 y 2021, que eran hasta el momento los más violentos según los récords. En tanto, al interior de México fue donde más se vivió la violencia, especialmente en los estados de Guerrero, Michoacán y Chiapas.
Integralia mencionó el avance del crimen organizado como la primera causa para la ola de violencia que primó durante todo el proceso eleccionario. Según la consultora, un 75 por ciento de los ataques se centró en los municipios, evidencia del intento por mantener el control a nivel local. Estos datos estuvieron también respaldados por un informe presentado por Data Cívica que apuntó a 40 candidatos o aspirantes sobrevivientes de atentados, 32 víctimas de amenazas tangibles, 10 fueron secuestrados y 14 estuvieron involucrados en ataques armados donde al menos una persona perdió la vida.
México: la violencia se apoderó del proceso electoral
Aunque las cifras de estas consultoras independientes resultan alarmantes, no se parecen en nada a las que exhiben los reportes oficiales del Gobierno de México. Según estos últimos solo se reporta el as***to de 12 candidatos o aspirantes a cargo de elección popular. De hecho la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, dijo que las altas cifras que instituciones externas manejan tienen la intención de provocar alarma y crear desprestigio contra el Gobierno.
Te puede interesar: Gobernador Josh Shapiro logró atraer las miradas de ambos partidos
Por su parte, la nueva presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum aseguró tener en su agenda política una estrategia para desescalar la violencia que desde hace años predomina en el país. Según Sheinbaum hay que ir a las causas sistémicas y dar solución de raíz, no solo cortar los ciclos de violencia activa. Una postura que genera cierto escepticismo.
Sin embargo, las esperanzas están puestas en que el nuevo gobierno de México logre establecer una profesionalización policial y establecer presupuestos adecuados para las fiscalías con el objetivo de mantenerlas funcionando de manera eficiente y coordinanda. Solo ello podrá reducir la ola de violencia que vive el país azteca, que ha visto crecer el índice de homicidios en los últimos años.