Un oficial de policía asignado a una escuela primaria en Texas vivió un momento memorable, aunque no precisamente por las razones esperadas. Mientras intentaba mover un árbol de Navidad, el agente llevó a cabo una maniobra inusual: se tiró al suelo y trató de arrastrar el árbol desde su base. Sin embargo, su intento resultó en un fracaso épico cuando el árbol se cayó sobre él. A pesar del infortunio, el oficial mantuvo el buen humor y se le vio sonriendo en las grabaciones de las cámaras de seguridad, lo que ha generado risas y simpatía entre padres y estudiantes.
Este divertido incidente nos recuerda la rica tradición del árbol de Navidad, que se ha convertido en un símbolo de la celebración navideña en muchas culturas.Sin embargo, la costumbre de adornar un árbol con luces, bolas, campanas y estrellas tiene un origen profundamente arraigado en la historia.
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Origen del Árbol de Navidad
La tradición del árbol de Navidad, tal como la conocemos hoy, se originó en Alemania en el siglo XVI. En sus inicios, este árbol representaba el “árbol del paraíso”, utilizado en las celebraciones del 24 de diciembre para conmemorar la historia de Adán y Eva. Originalmente, los alemanes colgaban obleas, que simbolizaban la redención cristiana, en lugar de los actuales adornos. Con el tiempo, estas obleas fueron sustituidas por galletas decorativas.
Además, dentro del espacio destinado para el árbol, se encontraba la «pirámide de Navidad», una estructura triangular de madera con estantes que albergaba velas y figuras navideñas. Esta mezcla de elementos decorativos fue fundamental para la evolución del árbol de Navidad en su forma moderna.
Expansión global de la tradición
A lo largo del siglo XVIII, la costumbre del árbol de Navidad comenzó a expandirse, especialmente entre los luteranos en Alemania. Su llegada a Inglaterra se facilitó gracias a la reina Carlota, quien, siendo de origen alemán, se casó con el rey Jorge III. Sin embargo, fue la reina Victoria y su esposo, el príncipe Alberto, quienes popularizaron la tradición a nivel mundial. En 1848, una fotografía de la familia real británica alrededor de un árbol de Navidad se hizo pública, lo que desencadenó una tendencia que se consolidó en muchos países.
Hoy en día, decorar un árbol con luces, adornos y una estrella en la cima es una práctica universal que simboliza la unión y la celebración en la época navideña. Así, incluso los momentos de fracaso, como el del oficial en Texas, pueden aportar alegría y risas, recordándonos que la Navidad es una época para compartir y disfrutar.