Cuba: Nuevas normas agrarias ANTICIPAN más hambruna

El Decreto 105, aprobado por el gobierno cubano, ha generado una gran preocupación entre los agricultores, según las noticias de Cuba
El Decreto 105, aprobado por el gobierno cubano, ha generado una gran preocupación entre los agricultores, según las noticias de Cuba

El reciente Decreto 105, aprobado por el gobierno cubano, ha generado una gran preocupación entre los agricultores de la isla. Según las noticias de Cuba, esta norma, que regula las construcciones en tierras entregadas en usufructo, ha sido calificada por la Liga de Campesinos Independientes como parte de una «cadena de errores devastadores» que anticipan un futuro de mayor hambruna y miseria para el pueblo de la isla.

El decreto, publicado en la Gaceta oficial el 23 de septiembre, busca abordar lo que el gobierno denomina «irregularidades en las construcciones» en tierras agropecuarias. Sin embargo, esta medida afecta directamente a aquellos campesinos que han establecido viviendas o instalaciones para su trabajo, lo que los líderes agrícolas consideran una desincentivación a la producción.

Respecto a ello, el Ministerio de la Agricultura (MINAG) argumentó que la medida se justifica por la necesidad de «restablecer la legalidad» en el uso de estas tierras. Sin embargo, los campesinos señalan que para cuidar adecuadamente de sus parcelas, es esencial que puedan vivir cerca de ellas, especialmente en un contexto donde la delincuencia ha aumentado.

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Noticias de Cuba: «Sin Campo No Hay País»

Esta nueva normativa se suma a los errores históricos del régimen cubano en relación a la propiedad de la tierra. Desde 2008, el gobierno había empezado a entregar tierras con la esperanza de aumentar la producción agropecuaria. No obstante, las nuevas restricciones podrían revertir cualquier avance logrado. Por ello, la Liga de Campesinos Independientes ha impulsado la campaña «Sin Campo No Hay País», demandando derechos fundamentales como la libertad de producción y la propiedad de la tierra.

Frente a un contexto crítico de escasez de alimentos, donde el estado ha reconocido su incapacidad para satisfacer las demandas básicas, este nuevo decreto solo añade más presión al sector agrícola, el cual teme que, como en el pasado, las tierras entregadas en usufructo terminen repletas de marabú, convirtiéndose en yermos que agravan aún más la crisis alimentaria que ya vive Cuba.

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