La historia se repite: los dirigentes del país le temen a las ideas y por ello arremeten contra los intelectuales. Al igual que a inicios de la Revolución, las noticias de Cuba son testigo de la persecución hacia este gremio, ahora quizá más solapada. La última acción contra el sector tuvo como diana a la investigadora, ensayista y editora Alina Bárbara López Hernández. Su expulsión de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) pone un clavo más en el ataúd de una nación de libre pensamiento.
“Sanciones que honran”, con este título dio a conocer lo sucedido la propia intelectual matancera en su cuenta de Facebook. Según relata, en la jornada de ayer fue convocada a una reunión con el Comité provincial de la Uneac. En dicho encuentro se le comunicó su expulsión de la organización sin posibilidad de apelación. Las causas expuestas fueron “atentar contra la Revolución”, criticar la gestión de la dirigente del régimen y mostrar solidaridad con el movimiento 11J.
Al parecer el “pensamiento incómodo” de Alina representa un peligro para la estabilidad de una dictadura que se basa en el adoctrinamiento político y cultural. “Ellos consideran que mi labor como articulista es algo que la organización no puede aceptar cuando nunca he usado ofensas gratuitas, cuando siempre he usado argumentos cifras, como historiadora y como filósofa que soy, pero, sencillamente la Uneac es una organización que sabemos el modo en que se dirige desde la instancia nacional”. Así declaró la escritora a Martí Noticias.
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Noticias de Cuba: una nueva sanción contra el pensamiento
La medida en sí remarca el carácter represivo y la politización de las esferas culturales en la isla. Las noticias de Cuba además se hicieron eco del modus operandi adoptado. En tanto la intransigencia y obediencia ciega a un régimen obsoleto fueron suficiente razón para que la ensayista asegurara que “jamás intentaría apelar una decisión que parece dictada más por agentes de la Seguridad del Estado que por escritores y artistas”.
La reacción en redes sociales no se hizo esperar. El texto de Alina fue compartido por otros intelectuales dentro y fuera de la nación que mostraron su apoyo a la matancera. Además la organización independiente Observatorio de Derechos Culturales condenó la sanción como el intento de censura que es.
No es esta la primera vez que Alina Bárbara López Hernández es víctima de su ideología y su compromiso con la Cuba de estos tiempos. Con anterioridad la investigadora ha sido sometida a arrestos violentos, amenaza de procesos penales y prohibición de salida del país. Estas técnicas de represión y hostigamiento – como ha declarado-, no han hecho más que reforzar su convicción en el cambio necesario.