La entrada a Estados Unidos de Manuel Méndez Castellanos, un alto dirigente del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Cienfuegos, ha generado una fuerte reacción en la comunidad cubana en el exilio, según informan las noticias de Cuba. Ante la indignación por ver a un represor del castrismo disfrutar de privilegios migratorios, el gobierno de Estados Unidos ha respondido a las preocupaciones planteadas.
De acuerdo con el periodista Mario J. Pentón, Méndez Castellanos ingresó a Estados Unidos la semana pasada a través del Aeropuerto Internacional de Miami, utilizando una visa de reunificación familiar. Ante este hecho, un portavoz del Departamento de Estado señaló que «los registros de visas son confidenciales según la ley estadounidense» y que todos los viajeros están sujetos a una rigurosa investigación de seguridad acorde a su nacionalidad y motivo de viaje.
Sin embargo, la respuesta general no proporcionó detalles específicos sobre el proceso de otorgamiento de la visa a Méndez Castellanos ni sobre las investigaciones consulares realizadas en la embajada estadounidense en La Habana.
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Noticias de Cuba: Posible deportación de Manuel Méndez
Esta situación ha llevado a los congresistas cubanoamericanos Mario Díaz-Balart, Carlos Giménez, María Elvira Salazar, Marco Rubio y Rick Scott a enviar una carta al Departamento de Seguridad Nacional y al Departamento de Estado, expresando su «profunda indignación» por la entrada de este dirigente comunista.
La ley de inmigración de EE. UU. prohíbe de manera inequívoca la entrada de individuos vinculados a partidos totalitarios, como el PCC, con el objetivo de impedir que aquellos que hayan participado en regímenes opresivos encuentren refugio en el país.
Basados en esto, los legisladores resaltan que es «inadmisible» que un individuo miembro del PCC y que desempeñó un papel clave en la opresión del pueblo cubano durante décadas haya sido autorizado a disfrutar de su retiro en libertad y comodidad en EE.UU. Por esta razón exigen una investigación sobre el proceso de visa, la corrección de errores y el establecimiento de un protocolo más riguroso para evitar casos similares en el futuro.
En este contexto, la posible deportación de Manuel Méndez Castellanos se perfila como una decisión que podría sentar un precedente en la aplicación rigurosa de las leyes migratorias estadounidenses en casos de este tipo.