La inflación se ha convertido en un tema central en las noticias de Cuba, reflejando así, la difícil situación económica que atraviesa la isla. En agosto de 2024, los datos oficiales muestran que, aunque el crecimiento mensual de los precios ha experimentado una moderación, la inflación interanual se mantiene en una preocupante meseta de entre el 30% y el 34%. Frente a este panorama, el economista Pedro Monreal advierte que dichas cifras cuestionan las afirmaciones del gobierno sobre un avance en la estabilidad económica.
Monreal señala que, a pesar de la tercera caída consecutiva de la inflación mensual desde mayo, la situación de estanflación —una combinación de estancamiento económico e inflación— persiste en el país. Uno de los aspectos más sorprendentes es la reducción del efecto del precio de los alimentos en la inflación general, algo inusual, ya que tradicionalmente los alimentos han sido un factor clave en el incremento de los precios.
El economista identifica varios factores que podrían estar influyendo en la moderación de la inflación alimentaria, como la compresión de la remuneración del trabajo y la estabilización relativa de la tasa de cambio informal. Sin embargo, advierte que «todavía es temprano para confirmar un cambio en el liderazgo de los precios de los alimentos en la inflación general» y que se necesitará más tiempo para evaluar si este comportamiento es sostenible.
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Noticias de Cuba: Aumento de precios y cálculos obsoletos
Por otra parte, Monreal también criticó la metodología utilizada para calcular el índice de precios al consumidor (IPC), argumentando que los datos sobre los que se basa el gobierno son obsoletos. Aunque se reconoce que más del 70% del presupuesto familiar se destina a alimentos, el cálculo oficial se basa en una estructura de gastos de 2010, que subestima el crecimiento real de los precios.
A pesar de la aparente desaceleración en el crecimiento de los precios, Monreal advierte que la inflación sigue siendo alta y el estancamiento económico persiste. Esto plantea serios desafíos para la economía cubana y exige una revaluación de las políticas económicas actuales, así como una respuesta efectiva a las crecientes necesidades de la población.