Las noticias de Cuba confirman que el país atraviesa un proceso de colapso sistémico, con todos los sectores de la nación incapaces de funcionar ni siquiera al 50 por ciento de lo que debieran hacerlo, o, incluso, de lo que hacían antes de la pandemia de COVID-19 y de la “Tarea Ordenamiento” (los referentes que marcan un parteaguas en el archipiélago). En este contexto, las posibilidades de un estallido social similar, o incluso superior al del 11 de julio de 2021, son cada día más altas.
Aquel día el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, dio orden de combate en televisión nacional. Para la historia quedaron las imágenes de una ciudadanía desarmada, sobre la que arremetieron las fuerzas “del orden” con todo su poder. Entre los golpes y la cárcel llegó “la calma” a un país que recordó el valor de la protesta pacífica, que primó sobre los disturbios.
La narrativa oficial de entonces respondió al guion de siempre: Estados Unidos, embargo, mercenarismo, confusión. Tres años después, Cuba -ahora con la COVID controlada- se ha transformado en un lugar peor. Los hospitales no están colapsados, pero no tienen algo que ofrecer a los enfermos.
No hay una lista de cientos de muertos en televisión, pero los pacientes oncológicos fallecen ante la falta de un tratamiento para su enfermedad. El país vacunó a su población con fármacos propios, pero los centros asistenciales no tienen personal para trabajar, porque quienes han podido se han refugiado en la emigración, o en trabajos más remunerados y menos riesgosos…
Con esta realidad (que es solo una de tantas) el gobierno pide resistencia. Una resistencia -además- silenciosa. Mientras, los ecos del 11J resuenan, sdentro y fuera de la isla. Además varios grupos han documentado las circunstancias de los presos de esa fecha, y de los reos políticos en general.
Te puede interesar: Así IMPACTAN las regulaciones migratorias a nacionales en el exterior
Noticias de Cuba: Las denuncias más recientes
La ONG Justicia 11J denunció este martes que «al menos cuatro personas condenadas por el estallido social» del 11 de julio de 2021 (11J) en Cuba han muerto en prisión. «Su fallecimiento en circunstancias no esclarecidas por una investigación confiable e independiente, confirma las alertas emitidas por esta organización, y otras, en relación con el grave peligro que corren los presos políticos en Cuba».
Así refiere un comunicado del grupo con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos. El fallecido más reciente fue el activista Manuel de Jesús Guillén Esplugas, de 29 años, que murió el 30 de noviembre mientras cumplía una condena de seis años en el Combinado del Este (La Habana).De acuerdo con la ONG la muertes de Guillén Esplugas, Luis Barrios, Yosandri Mulet y Giraldo Díaz «son atribuibles al régimen de Cuba», tanto por acción como por omisión.
"Cada día que pasan en prisión está en riesgo la vida de los presos políticos; lo de Manuel de Jesús es otra tragedia, es la tercera persona condenada por el 11J que ha muerto en prisión": Raúl Enrique Medina, integrante de la ONG Justicia 11J @justicia11j hoy en @LaNocheNTN24,… pic.twitter.com/K1YwbROggX
— La Noche NTN24 (@LaNocheNTN24) December 4, 2024
