CUBA: Naciones Unidas CONDENÓ trabajo forzoso de presos políticos

La disidencia política y sus consecuencias se han convertido en un tema recurrente en las noticias de Cuba
La disidencia política y sus consecuencias se han convertido en un tema recurrente en las noticias de Cuba

La disidencia política y sus consecuencias se han convertido en un tema recurrente en las noticias de Cuba. En este contexto, la reciente condena del Relator Especial de las Naciones Unidas sobre las Formas Contemporáneas de la Esclavitud arroja luz sobre el grave problema del trabajo forzoso impuesto a los presos políticos en las cárceles cubanas.

Tomoya Obokata, el Relator Especial de la ONU, expresó su profunda preocupación por la existencia de leyes nacionales en Cuba que permiten el trabajo obligatorio como castigo por expresar opiniones políticas o participar en huelgas. Esta firme condena se produjo tras la adopción de un informe presentado por la organización no gubernamental Prisoners Defenders.

En una entrevista exclusiva con Infobae, Javier Larrondo, presidente de Prisoners Defenders, destacó la importancia de la postura de Obokata. De igual forma enfatizó la alarmante situación del trabajo forzoso dentro de los centros penitenciarios cubanos. Señalando la marcada discrepancia entre la regulación legal y la dura realidad que enfrentan los reclusos, especialmente aquellos encarcelados por sus creencias políticas.

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Noticias de Cuba: Esclavitud contemporánea

El informe en cuestión reveló que los presos políticos en Cuba son sometidos a tareas como la producción de carbón vegetal a partir de la madera de marabú y el corte de caña de azúcar. Incluso, una parte significativa de este carbón se exporta a diversos países europeos. Respecto a ello, Larrondo detalló nueve patrones clave de violación, que van desde la falta de medidas de seguridad y la no remuneración de salarios legales, hasta la explotación del trabajo infantil.

Además, subrayó la complicidad de ciertos mercados europeos que se benefician de productos derivados de esta forma moderna de esclavitud, lo que viola las regulaciones de la Unión Europea. La explotación de los presos con fines económicos no solo transgrede las leyes domésticas de Cuba y los tratados internacionales, sino que también involucra a los mercados que consumen estos productos.

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